El Gobierno convierte tres viejas graveras de El Molar en un gran espacio natural

Una inversión de casi 1,6 millones de euros y varios meses de trabajo han permitido convertir tres antiguas graveras situadas en el municipio de El Molar (3.500 habitantes) en un espacio natural de uso público, con 60 hectáreas, en el que se han plantado más de 18.000 árboles. Las antiguas instalaciones de extracción de áridos han dado lugar a tres rocódromos para prácticas de escalada, un grupo de pequeñas estructuras de hormigón decoradas con huellas de animales, una senda botánica, una laguna con un observatorio de aves y un arenero para practicar tai-chi.

El presidente del Gobierno regional, Alberto Ruiz-Gallardón, el secretario de Estado de Aguas y Costas, Pascual Fernández, y el consejero de Medio Ambiente, Pedro Calvo, visitaron ayer el nuevo espacio. Los tres soltaron varios patos que se pretende que habiten en la laguna, que ocupa el lugar de una antigua gravera. Ruiz-Gallardón quiso dejar claro que el objetivo de la Comunidad no ha sido crear ni un parque de recreo ni un lugar de esparcimiento, sino 'la recuperación de un espacio agredido por la actividad humana'. 'La sociedad de Madrid no consiente esta agresión en la actualidad', aseguró el jefe del Ejecutivo regional.

En la misma línea, el consejero de Medio Ambiente afirmó que 'la actividad extractiva se ha hecho durante muchos años de una forma alejada de los parámetros medioambientales', y que eso ' ha llevado a ser prudentes con las nuevas concesiones para que el ejemplo que hoy se ve aquí no se vuelva a producir'. Por su parte, el secretario de Estado de Aguas manifestó que 'la Comunidad de Madrid es un ejemplo de actuaciones de restauración del patrimonio medioambiental que otras comunidades están siguiendo', y señaló que los ríos 'necesitan todavía infraestructuras muy importantes de saneamiento y depuración'.