'Archipiélago' llega a sus 50 números fiel a la filosofía y a la literatura

Mantener su vocación inicial de ser una revista de lectores para lectores. Ése es el objetivo de la revista Archipiélago, que celebra sus 50 números con un especial dedicado a la filosofía y a la literatura en el que colaboran narradores como José María Guelbenzu o Belén Gopegui, y filósofos o ensayistas como Manuel Barrios, Miguel Morey y Eugenio Trías. En este número también los hay que reniegan de ambas disciplinas, como es el caso de Félix de Azúa, Julio Quesada, Agustín García Calvo o Isabel Escudero.

Archipiélago 'es una revista optimista porque confía mucho en las posibilidades de la narración y la cultura en un sentido amplio como molde donde se da forma a nuestra percepción, memoria e imaginación', aseguró ayer en la Feria del Libro de Valladolid su director, Amador Fernández Savater. 'Este espacio de pensamiento crítico', como definía el director a su revista, 'mantiene su vocación inicial de ser una publicación de lectores para lectores que aspira a seducir a ese amplio grupo de personas que no se deja engañar'.

Los 50 números de Archipiélago, que llegan a su 14º aniversario (nació en 1988), han sido celebrados con una presentación pública en la Feria del Libro de Valladolid, donde Fernández Savater aseguró que, al igual que otras muchas, 'Archipiélago se enfrenta en la actualidad a los problemas de toda pequeña editorial crítica, singular e independiente: mantener su personalidad ante la amenaza y la presión de las grandes editoriales o de los movimientos de pensamiento único'. Por ello, el director de Archipiélago subrayó que 'la importancia de crear pensamiento crítico es crucial ante la concentración de medios o las alianzas editoriales'.

Fernández Savater también planteó la necesidad de que la sociedad debata sobre aspectos como 'el futuro de la edición en papel, la influencia de las nuevas tecnologías en la preservación y desarrollo de la autonomía individual y el libre intercambio de ideas'. Junto a esto, el director de la publicación también se mostró preocupado por el porvenir de los derechos de autor en el mundo de Internet y el intercambio ideológico.