Tres hermanos mueren en un tiroteo entre dos clanes por una deuda de drogas en Alicante

Los bajos de un inmueble en un barrio marginal de Alicante fueron ayer el escenario de un espectacular tiroteo entre dos clanes de etnia gitana. El enfrentamiento se saldó con tres hermanos muertos y un herido grave. Los fallecidos pertenecían al clan de Los Capito, que a bordo de dos vehículos y armados acudieron al lugar de los hechos con la intención de cobrar una deuda por un asunto de drogas a otro grupo, Los Pachanga, según fuentes de la investigación policial. Uno de los miembros de este segundo clan resultó herido grave y otro se dio a la fuga.

'Estaba asomada a la ventana. Eran un montón y, de repente, unos empezaron a disparar contra otros. Me encerré en mi casa por miedo a ser herida de un tiro', relató angustiada una vecina del barrio de Virgen del Carmen, una zona del extrarradio de Alicante donde la Administración trabaja para la reinserción de muchos de sus habitantes.

En los bajos del deteriorado inmueble, el número 41 en la confluencia de la calle de Benilloba con Travesía del Canal, se desató a primeras horas de la tarde de ayer un sangriento enfrentamiento entre los miembros de dos clanes gitanos por un ajuste de cuentas. Fuentes de la investigación revelaron que el móvil del brutal crimen fue una deuda por tráfico de sustancias estupefacientes.

Testigos presenciales del tiroteo aseguraron que al filo de las dos de la tarde, las tres víctimas llegaron a bordo de dos turismos al descampado, antesala de la fachada del inmueble. Los hermanos Emilio, de 46 años, Juan, de 37, y F. F. G., de 38 años, se bajaron de los coches y empuñando sendas armas entraron en el zaguán del edificio. Allí, los tres comenzaron a efectuar disparos que fueron repelidos por los dos miembros del clan rival.

El tiroteo se prolongó durante unos segundos y acabó en plena calle, a unos dos metros de la fachada del inmueble donde cayeron, abatidos por los disparos, los miembros de Los Capito. Dos fallecieron en el acto y el tercero fue trasladado todavía con vida por dos familiares menores de edad al Hospital General de Alicante, cercano al lugar del crimen, aunque murió durante el trayecto.

Mientras, J. G. J, uno de los presuntos autores materiales de los disparos mortales permanece ingresado en el mismo centro hospitalario con heridas graves en una pierna, según informó la Comisaría de Alicante. El otro presunto autor de los disparos que acabaron con la vida de los tres hermanos ha sido identificado por la policía como M. E. D. S., y anoche permanecía huido.

Hasta 12 casquillos de bala fueron hallados inicialmente por los agentes en las inmediaciones del lugar del crimen. En el lugar de los hechos, los agentes se incautaron de dos armas de fuego cortas: una pistola del calibre nueve milímetros parabellum y un revólver del calibre 38. La policía sostiene que en el tiroteo intervinieron más armas, pero todavía no han sido localizadas. En todo caso, los vecinos sostienen que escucharon muchas más de doce disparos. 'Esto ha sido increíble, se han producido un montón de tiros. Uno estaba muerto y el otro agonizante', describió Juan Antonio Jiménez, vecino de la barriada.

Salvo los comentarios relativos a la intensidad del tiroteo y el miedo que sintieron durante estos momentos, se mostraron lacónicos a la hora de ofrecer más detalles del suceso y de sus protagonistas. 'No sabemos quiénes eran, aquí nadie conoce a nadie. Aquí vive mucha gente', señaló una vecina. 'No he visto nada. No sé nada', afirmaba otro residente mientras bajaba por la escalera del edificio donde se produjo el enfrentamiento.

Tras el levantamiento de los cadáveres por parte del juez, los agentes acordonaron la zona para realizar la inspección ocular. Mientras, el área permanecía vigilada por agentes de la Policía Local en previsión de nuevos incidentes.

Los agentes trasladaron a las dependencias de la Comisaría de Alicante a testigos presenciales de los hechos, entre ellos los dos menores que asistieron a uno de los agresores herido, que finalmente falleció.

El inmueble donde se registró el triple crimen está enclavado en un antiguo barrio popularmente conocido como Las Mil Viviendas, que aunque rehabilitado en los últimos años aún conserva en su periferia edificios en avanzado estado de deterioro. Estas últimas viviendas están habitadas por familias gitanas e inmigrantes, mayoritariamente magrebíes y suramericanos.

Conocidos por la policía

Los dos clanes que protagonizaron el tiroteo son muy conocidos en ámbitos policiales alicantinos. Fuentes de la Comisaría de esta capital aseguran que se trata de traficantes habituales de hachís y cocaína que operan a media escala. De su amplio historial delictivo también dan cuenta los archivos judiciales, ya que miembros de estos clanes han sido juzgados y condenados en varias ocasiones por tráfico de estupefacientes.

El grupo de Los Capito tiene pendiente de juicio a algunos de sus miembros por tráfico de drogas y armas, entre ellos el señalado como líder del clan. El 8 de abril de 1998, la Policía Nacional interceptó a A. G . G., alias Capito y Ferrete, a su mujer, M. L. S. G., de 43, y a un supuesto correo de droga conocido como El Chorra, cuando circulaban en un vehículo por el término municipal de Villena, y les decomisó más de un kilo de heroína, informa Efe.

Según la fiscalía, la organización realizaba viajes a Madrid cada quince días para proveerse de dicha droga. La Audiencia de Alicante ha suspendido en cinco ocasiones este juicio debido a la ausencia del abogado de dos de los siete acusados, que se enfrentan a penas de entre tres y diez años de prisión.