Dolores Ruiz reaparece en Madrid una semana después de dejar la India

Dolores Ruiz Guerrero, la anciana que ha pasado los últimos seis años encarcelada en Nueva Delhi (India) por tráfico de drogas, reapareció ayer en Madrid, nueve días después de ser liberada y una semana más tarde de dejar la ciudad junto a dos periodistas de televisión. 'No me encontraba en condiciones de mantener una conversación', aseguró la mujer, quien justificó el retraso de su vuelta a España por un problema con los billetes. El retraso sorprendió a su propia familia y a la Fundación Ramón Rubial-Españoles en el Mundo, que llevaban años luchando por su liberación.

'Gracias al Rey, [al presidente del Gobierno, José María] Aznar y al ministro de Asuntos Exteriores de la India [Jaswant Singh] estoy libre', subrayó la octogenaria, escoltada en todo momento por uno de los periodistas con los que llegó a Madrid y que han pagado sus gastos de viaje. Dolores aseguró que no ha vendido la exclusiva de su historia a ninguna cadena de televisión: 'No soy Lola Flores. No voy a vender mis calamidades'.

El viaje de vuelta a España de Dolores Ruiz Guerrero, que aparentemente goza de buena salud y sólo se queja de fuertes dolores en las rodillas, empieza en Nueva Delhi, donde fue liberada el sábado 9. A pesar de que una doctora de la organización no gubernamental Médicos del Mundo había volado hasta la capital india para acompañarla hasta España, Dolores la rechazó: 'No me gustaba'.

La mujer cambió esa compañía por la de dos periodistas independientes, que han realizado un documental sobre ella. 'Eran los dos únicos españoles que había ahí y me cayeron muy bien', explicó la anciana, quien aseguró que el trato en la cárcel fue siempre correcto. Con ellos voló hasta Amman (Jordania) el lunes siguiente, y de ahí hasta París. El jueves, los tres se subieron a un tren rumbo a Madrid, donde Dolores, una mujer de fuerte carácter que sólo se emocionó al recordar la muerte de su hermana mientras estaba en prisión, ha permanecido en casa de unos amigos.

La mujer aún no ha visto a su sobrina, el unico familiar que tiene en Madrid y con la que ha mantenido contacto por carta mientras estaba encarcelada.