Mugabe promete entregar más tierras a los negros de Zimbabue

Con un furioso discurso contra el imperialismo británico y la promesa de acelerar su programa de reforma agraria, Robert Mugabe asumió ayer su quinto mandato consecutivo como presidente de Zimbabue. A sus 78 años, Mugabe es el único presidente que conoce el país africano desde su independencia del Reino Unido, hace 22 años. 'La reforma agraria debe continuar con mayor velocidad y fuerza para superar las pérdidas provocadas por la sequía', dijo Mugabe, quien prometió durante la campaña electoral entregar tierras a campesinos negros pobres.

La ceremonia contó sólo con la presencia de cinco gobernantes del sur de África: la República Democrática del Congo, Mozambique, Malawi, Namibia y Tanzania. Esto fue interpretado como un rechazo del continente a las ampliamente criticadas elecciones de hace una semana, que fueron declaradas fraudulentas por casi toda la comunidad internacional.

El presidente surafricano, Thabo Mbeki, brilló por su ausencia. Mbeki está en medio de un complicado ejercicio de malabarismo político, cuyo objetivo es presionar a Mugabe para que convoque un Gobierno de unidad nacional. Esto le permitiría no tener que suspender a Zimbabue de la Commonwealth, decisión que podría adoptarse el martes próximo en Londres cuando Mbeki se reúna con el presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo y el primer ministro de Australia, John Howard, para hablar del asunto. Mbeki teme que más sanciones empeorarán la crisis económica de Zimbabue, lo que aumentaría el número de inmigrantes ilegales en Suráfrica. Pero su 'diplomacia silenciosa', como él la llama, ha servido de poco y en Suráfrica son cada vez más las voces que lo crítican públicamente.