Día de fiesta para el arte

Día de fiesta para el arte en Barcelona, que vivió ayer una doble inauguración. Por la mañana los Reyes inauguraron Caixafòrum, el nuevo centro cultural de la Fundación La Caixa situado en una fábrica modernista rehabilitada en la que la entidad financiera, propietaria del edificio desde 1963, ha invertido 30 millones de euros (4.992 millones de pesetas) para su recuperación. Por la tarde, los duques de Palma presidieron la inauguración de la exposición París-Barcelona, una ambiciosa apuesta del Museo Picasso que reúne hasta el 28 de mayo casi 700 obras de Manet, Picasso, Cézanne, Miró y Rodin, entre otros artistas.

El estreno de la transformación de la obra modernista que proyectó Josep Puig i Cadafalch en 1909 como fábrica de hilados y tejidos en un centro cultural polivalente congregó a numerosas personalidades del mundo de la política, la economía y la cultura. Al acto asistieron también el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; las ministras de Educación y Cultura y Ciencia y Tecnología, Pilar del Castillo y Anna Birulés, respectivamente; el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el presidente del Parlament, Joan Rigol.

La inauguración tuvo como acto principal la caída de un enorme telón que cubría una de las fachadas del edificio, la que da a la avenida del Marquès de Comillas. Don Juan Carlos fue el encargado de apretar el botón que hizo caer las tres grandes telas que ocultaban los muros de obra vista que marcan, junto con la decoración neogótica, la imagen de este edificio ahora recuperado para la ciudad en el que se celebrarán exposiciones, conciertos, recitales y todo tipo de actividades culturales.

Tras otra inauguración para la sociedad civil que se celebrará esta noche, Caixafòrum abrirá sus puertas al público en general el próximo sábado, con una fiesta popular en la que está prevista la actuación del grupo de percusión francés Los Tambores del Bronx y de otros grupos musicales procedentes de diversos países. El domingo también continuarán las actividades festivas de apertura de este centro, situado en la falda de Montjuïc, a pocos metros de la plaza de Espanya, frente al pabellón Mies van der Rohe.

Esta última joya de la arquitectura moderna fue el referente que tuvo el arquitecto japonés Arata Isozaki para diseñar los dos árboles escultóricos que marcan la entrada al edificio y el patio inglés soterrado que da acceso al vestíbulo, cuyo proyecto ha sido realizado por el arquitecto sevillano Roberto Luna.

Mañana comienzan ya las actividades académicas del centro con unas jornadas de arte contemporáneo en las que participan, entre otros, Kaspar König, director del Museo Ludwig de Colonia; Nicolas Bourriaud, codirector del Palais de Tokyo de París, y María Corral, directora de la colección de arte contemporáneo de La Caixa.

En el transcurso del acto de inauguración, el presidente de La Caixa y también de la fundación, Josep Vilarasau, realizó un parlamento en el que señaló que se ha recuperado 'una de las joyas del modernismo', lo que además 'culmina el deseo anhelado de dar una sede estable a la colección de La Caixa, que con 800 obras de artistas españoles y extranjeros es, para algunos críticos, la colección privada de arte contemporáneo más importante de España'.

Tras descubrir una placa conmemorativa, los Reyes recorrieron las instalaciones del nuevo centro, que en estos momentos presenta en sus tres salas de exposiciones temporales, que en conjunto ocupan unos 3.000 metros cuadrados, una selección de 72 obras de su colección, que incluye a Joseph Beuys, Mario Merz, Donald Judd, Antoni Tàpies, Juan Muñoz, Miquel Barceló, Susana Solano y Cindy Sherman, entre otros artistas.

Caixafòrum tiene unos 12.000 metros cuadrados en los que, además de las salas de exposición mencionadas, se ha construido un auditorio con capacidad para 350 personas, una mediateca equipada con todo tipo de tecnología multimedia, un taller pedagógico, cafetería, salas de conferencias y seminarios, y el almacén de la colección.