La policía estudia cómo llegó a un contenedor un hombre aplastado con la basura

La policía cree que Francisco B. C., de 35 años, que murió el lunes en Elche descuartizado por la pala prensadora de un camión de recogida de basura, dormía en un contenedor de papel y cartón para reciclar y no pudo salir del habitáculo antes de que la maquinaria lo descuartizara. El cuerpo sin vida del vagabundo fue encontrado horas después en el depósito de basuras por un operario, prensado y cercenado entre las balizas de papel.

El fallecido, conocido como El Catalán (era natural de Lleida), se ganaba la vida como guardacoches y fue indentificado con rapidez por la policía de Elche. Las primeras hipótesis sobre su muerte apuntan a que entró en el contenedor el domingo por la noche para resguardarse del frío entre los cartones.

Los investigadores de Cuerpo Nacional de Policía esperan el resultado de la autopsia, realizada en la tarde del lunes, aunque se inclinan a pensar que se trata de un accidente. Un portavoz de la Comisaría de Elche afirmó ayer que no se han encontrado rastros de sangre junto al contenedor. Además, fue visto en los alrededores la noche del domingo. De cualquier forma, lo que la policía no puede descartar mientras no se conozcan los resultados de la autopsia es que el indigente sufriera una agresión antes de ser descuartizado por el camión de la basura.

Un miembro del servicio de basuras ilicitano, Antonio Bordonado, manifestó ayer su sorpresa por las circunstancias que han rodeado este suceso. 'No entiendo cómo se pudo introducir en el contenedor, la abertura es demasiado pequeña', explica Bordonado, 'pero una vez dentro del camión, el ruido de la pala prensadora impide escuchar cualquier grito y la videocámara del vehículo sólo graba el exterior del contenedor'.