El regalo de Papá Noel

El día de Navidad, Papá Noel nos ha traído un regalo muy especial: la nieve. Es la primera vez, en mis 28 años de vida, que paso una blanca Navidad en Madrid, pues otros años ha nevado, pero o bien no cuajaba o si lo hacía la nieve no duraba ni un día.

Gracias a esta nieve hemos disfrutado de paisajes nunca vistos en nuestra ciudad, y darse un paseo por las zonas más emblemáticas de Madrid (la puerta de Alcalá, el parque del Retiro, el paseo del Prado) fue un auténtico placer para los sentidos.

Todo esto lo pudimos disfrutar gracias, entre otras cosas, al esfuerzo del Ayuntamiento de Madrid:cuando me levanté el domingo, día de la gran nevada, mi calle, que está en el barrio de Canillejas, ya se encontraba con sal suficiente para evitar que pudiese ocurrir un accidente. Pero lo más destacable es que fue un esfuerzo que afectó a todas las calles por las que transcurrí y no sólo a las de mi barrio o a las del centro.

Por ello quiero agradecer a los responsables de esta rápida y eficaz actuación su esfuerzo, rapidez y dedicación, pues sin su compromiso y su atenta vigilancia esta nieve podría haber sido un problema grave, como así ha sido en algunos municipios no muy lejanos de Madrid.

Espero ver pronto de nuevo a esos operarios por mi querido Madrid, pues eso significará que ha vuelto a nevar y que tendremos, otra vez, paisajes maravillosos sin riesgos. Sigamos avanzando en ese proyecto de ciudad del futuro que nos ofrece el Ayuntamiento, seguro que merece la pena. ¡Feliz Navidad a todos!