Emigrar para triunfar

Luis Helguera (Ferrol, A Coruña, 1976) y Mikel Arteta (San Sebastián, 1982) ya están acostumbrados a no comer paella los jueves y a ver cómo el sol se oculta antes de las cuatro de la tarde. Uno, Luis, en Udine, al norte de Italia; otro, Mikel, en París, al noroeste de Francia. Pero tampoco les importa demasiado. Los dos triunfan en sus respectivos destinos, el Udinese y el París Saint Germain. Son los dos únicos futbolistas profesionales españoles a los que les va bien lejos de las costumbres que conocen. Ambos han jugado como titulares todos los partidos de sus respectivas Ligas. Mientras tanto, ilustres colegas, como Mendieta en el Lazio, calientan el banquillo.

Dos emigrantes bien adaptados. 'París es una ciudad maravillosa, una locura', dice Arteta. 'En Udine se vive muy bien', asegura Helguera, que, sin embargo, se queja de que 'a las nueve no encuentras un sitio para cenar ni loco. Todo está cerrado. Esto es como Alemanía'. Los dos comerán esta noche las uvas concentrados con sus equipos. 'La primera vez que voy a pasar el fin de año fuera de casa', confiesa el más joven, Arteta.

Luis Helguera Bujía, el hermano menor del centrocampista del Madrid, se marchó a Italia hace dos años. 'Me he acostumbrado, pero aquí se juega muy deprisa y hay mucho miedo a perder', reflexiona Helguera, que reconoce que el fútbol español 'es más bonito, pero quizá menos competitivo'. En esa vorágine, el mediocentro, criado en la cantera del Albacete y madurado en el Zaragoza, en el que militó durante tres temporadas, ha conseguido poco a poco la confianza de su técnico y ha pasado a ser un referente del modesto club italiano. 'He salido en portada en algún medio de Udine', comenta sin jactancia. Hace pocas semanas anotó el gol de la victoria de su cuadro frente al Venecia.

Arteta, un joven que deslumbró a Luis Fernández cuando movía con el estilo que instauró Guardiola en La Masía al Barcelona B, también encuentra diferencias entre el fútbol francés y el español: 'Aquí no se trabaja demasiado y sólo nos entrenamos dos veces por semana'. Pero matiza: 'También es que hemos tenido que jugar la Intertoto y la Copa francesa y estábamos un poco sobrecargados'. Por lo demás, Arteta considera la Liga francesa 'parecida a la española'. 'Aquí hay unos jugadores impresionantes', destaca.

Internacional sub 18, Arteta está en París en calidad de cedido por el Barcelona. Militaba en las categorías inferiores del Athletic cuando un día, convencido por un amigo suyo, hijo de Diego, el que fuera centrocampista de la Real Sociedad, se marchó a probar suerte con el Barcelona. Antes, pidió permiso a Amorrortu. 'Vale, ya te veo el próximo día', respondió el máximo responsable de la cantera bilbaína. Y... hasta ahora.

La carga de trabajo que soporta Helguera no se parece en nada a la liviana preparación de Arteta. Así, subraya: 'En Italia se trabaja muchísimo el aspecto físico'. Y no sólo eso: 'Todos los días vemos un vídeo de una hora antes de entrenarnos. El aspecto táctico aquí es muy importante'. Unas sesiones preparatorias que empiezan a las dos de la tarde porque 'la luz se acaba a las cuatro y el suelo se congela'.

Los dos jugadores coinciden en resaltar la 'tranquilidad' con la que viven en sus respectivas ciudades. 'No hay tantos medios persiguiéndote y es todo mucho más relajado', asegura Arteta, que reside en las afueras de París, cerca de los campos de entrenamiento del club, 'porque o te pierdes un poco París o París te pierde a ti'. Helguera asegura que hay 'menos ruido, sobre todo si no juegas contra el Roma o uno de los grandes'.

Los dos creen que en España 'la gente es más abierta'. Arteta, que asegura que en Eurodisney distingue a los españoles porque 'gritan mucho más y son más acelerados', se ha sorprendido 'porque los parisienses son más simpáticos' de lo que le habían dicho. Helguera también tiene palabras de elogio para la gente de Udine: 'Son cerrados, pero, cuando llegas a conocerles bien, muy nobles'.

Los dos triunfan. Y, sin embargo, los dos quieren volver, aunque tampoco les quite el sueño el regreso. Arteta, al Barcelona, el club al que pertenece: 'Ya veremos', dice sin mucho convencimiento. Helguera, a 'cualquier cuadro competitivo': 'Estoy muy bien, pero me gustaría retornar'.