Las únicas larvas vivas aparecieron en clementinas californianas, según Intercitrus

La interprofesional Intercitrus explicó ayer que la única detección de larvas vivas en Estados Unidos se dio en clementinas de la marca californiana Cuties, según una información del 5 de diciembre del departamento agrario norteamericano (USDA) a la que ha tenido acceso la organización. Intercitrus destaca la fecha de la carta, 'la única comunicación del USDA' hasta el momento, ya que, según recuerda, un juez dio la orden de destruir la mercancía española el 30 de noviembre. La interprofesional insiste en que el veto a la clementina española es una 'burda maniobra' de los lobbies estadounidenses.

En la información de Intercitrus, el USDA informa del descubrimiento de una partida de clementinas en la que se encontraron 4 o 5 larvas 'definitivamente vivas'. La fruta, explica el departamento agrario de Estados Unidos, 'no estaba en sus cajas originales' pero venía marcada con la pegatina Cuties, originaria de California.

Esta información, que gotea desde Estados Unidos, sirve para que el sector citrícola refuerce su opinión de que el veto de entrada a las clementinas españoles decretado en Estados Unidos hace más de 20 días responde a la presión de los productores estadounidenses. Una acusación que se esbozó desde el principio de la crisis y que en un primer momento se apoyó en el hecho de que la inspección en origen y destino no alertara de ningún problema de larvas, que aparentemente se detectaron posteriormente en diversos puntos de venta. Intercitrus recordaba ayer que esta presión interna, unida a 'la falta de rigor en algunas apreciaciones y análisis de determinados organismos' está acarreando 'una importante crisis para el sector'.

La interprofesional española también cita un artículo del 13 de diciembre reproducido en un portal de Internet y que recoge declaraciones del presidente de la empresa Sun Pacific, una de las mayores productoras de Estados Unidos. El responsable de esta firma explica que la demanda de clementinas creció tras el veto a la fruta española y espera que esta situación ayude a promocionar los cítricos locales entre los consumidores, que según asegura han adquirido unos precios sensiblemente mejores de los que tenían antes del veto. 'Es un producto tan bueno como el español, y está mucho más fresco cuando llega a manos de los minoristas', defiende.