Oposiciones

El Ayuntamiento de Valencia convocó tiempo atrás dos concurso-oposiciones del Grupo E, para el cual tan sólo se exige el certificado de escolaridad, y por ello son las únicas que pueden facilitar la conversión en funcionarios a personas que no han estudiado nada más que lo mínimo, y no deberían ser castigados por ello, como así se presume de la evaluación de los méritos en la fase de concurso, planteando incongruencias. Es bueno facilitar el acceso al funcionariado a personas sin otras opciones, pero deberían optar con las debidas garantías a ocupar dichas plazas. Pero esto no es así.

En la fase de concurso se puntúa tener una titulación mayor de la mínima exigida, hasta los niveles de BUP, FP 2º grado y acceso a la universidad de mayores de 25 años, echando por tierra cualquier posibilidad de los menos cualificados, y en el aprendizaje del temario de unos y otros también quedan en desventaja, pues generalmente son temas arduos en su comprensión, al tratarse de legislación que siempre es árida y difícil de comprender, y ante eso ¿quiénes tienen mayores ventajas? Por lógica los que han estudiado más.

Bueno es que se puntúe el tiempo de trabajo, reconociendo a los interinos el desempeño de su labor, y más cuando a los externos se les reconoce el suyo en cualquier otra empresa; en cambio, el menoscabarles las opciones por la cuestión de los estudios es un fraude y para evitarlo debería pedirse, como mínimo, el graduado escolar, ya que no existe tanta diferencia a la hora de evaluar sus estudios comparándolos con los que sólo disponen del certificado de escolaridad, o no puntuar estas incongruencias.

El botón de muestra se presenta en la realización de la oposición de subalternos y el galimatías que se ha montado con los cuestionarios; han sido tan irracionales que ni tan si quiera los más preparados han podido contestarlos. Al primer ejercicio se presentaron 5.500 y tan sólo pasaron 420, ¿cuántos tendrán el certificado de escolaridad, graduado escolar, BUP? Y en el segundo ejercicio se han tenido que modificar por tres veces las listas de aprobados, reduciéndose a 270 la del primero. Así sólo puede pensarse que esta oposición no es para los más desfavorecidos. Realmente con esta actitud ¿qué se pretende?, ¿ocurrirá lo mismo con la de auxiliar de servicios?