Un grupo de vecinos amenaza con quemar un local que el Ayuntamiento de Jaén ofreció a inmigrantes

La red de albergues municipales y de la Junta para los temporeros que llegan a trabajar en la recogida de la aceituna en Jaén ofrece desde hoy 80 camas, insuficientes para los cientos de inmigrantes que se ven obligados a deambular por las poblaciones. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Jaén intentó alojar a algunos trabajadores en un local del barrio de El Tomillo. Los vecinos amenazaron con quemar el lugar si se quedaban a dormir los inmigrantes. Tampoco los vecinos de Almería están dispuestos a ceder y ayer volvieron a impedir las obras en el consulado de Marruecos.

Los inmigrantes ocupan ya en la capital jiennense, que no tiene instalaciones específicas para temporeros, fábricas y edificios sin uso. El Ayuntamiento de la capital intentó abrir un local el martes por la noche en el barrio de El Tomillo, pero los vecinos se negaron a permitir el acceso de los inmigrantes a un local que dispone de luz, agua, aseos y calefacción. Amenazaron con quemar el recinto si entraban los inmigrantes a dormir, por lo que el equipo de gobierno municipal desistió de la idea. Ayer estaban trabajando en la habilitación de otro local, de titularidad municipal, para ofrecérselo a las decenas de personas que no tienen un lugar en el que vivir.

El concejal de Asuntos Sociales de la capital, Antonio Lucas, aludió a la caseta municipal como albergue provisional. Se trata de una instalación en la que se hacen conciertos y exposiciones situada a las afueras de la capital y, por tanto, en la que no hay vecinos.

La Junta anunció la puesta en marcha de un plan de choque para inmigrantes. Hoy están convocados todos los alcaldes de la provincia con los que abordarán problemas como el alquiler de viviendas y un plan de atención social.

Contra el consulado

Las protestas vecinales no se limitaron a Jaén. En Almería, se repitieron en el barrio almeriense Mediterráneo-Oliveros contra la instalación de un consulado de Marruecos en la calle Soldado Español. Las movilizaciones fueron especialmente intensas a partir de las tres de la tarde, cuando más de cien personas recorrieron algunas de las calles cercanas provocando importantes retenciones de tráfico con cortes momentáneos de las carreteras.

Algunas personas también derribaron los contenedores de basura que encontraron en su recorrido y arrojaron escombros contra las fachadas de dos inmuebles pertenecientes al dueño del local donde está previsto el consulado.

Por la mañana, y tras el primer corte de una calle muy próxima a Soldado Español, los vecinos se entrevistaron con el subdelegado del Gobierno, Fernando Hermoso. El encuentro duró más de hora y media, pero resultó totalmente infructuoso. Mientras Fernando Hermoso les explicó que quien decide dónde irá la instalación es el cónsul de Marruecos y que a éste le amparan leyes internacionales, los vecinos mantenían sus argumentos y su oposición a la ubicación de esas dependencias.

Después mantuvieron una reunión con el concejal de Urbanismo, Diego Cervantes. Éste confirmó que no existe ninguna solicitud de obras en esa calle y que ya se había encargado un informe a la Policía Local para paralizar los trabajos en el inmueble.

Los operarios que trabajan en el acondicionamiento del local -ocupado anteriormente por una parroquia- tuvieron que entrar a primera hora de la mañana escoltados por la policía ante la oposición de los vecinos.