Las compañías aéreas blindarán las cabinas de sus aviones

Al menos tres compañías aéreas europeas van a blindar las cabinas de los pilotos para aislarles del resto del avión en caso de secuestro. British Airways, Virgin y Lufthansa han anunciado la adopción de esta drástica medida, aprobada también por algunas compañías en EE UU, pero que no acaba de ser del gusto de los pilotos.

Las puertas serán a prueba de balas y estarán instaladas en los 30 aviones de Virgin antes de finales de noviembre. Sus tripulaciones se están entrenando con las tropas especiales de la Fuerza Aérea británica, las SAS, para aprender a afrontar situaciones de riesgo.

Los pilotos han criticado el sistema de cabinas blindadas porque les aísla del resto del avión, que sólo podrán controlar a través de un circuito cerrado de televisión. Los sindicatos de pilotos creen que ese aislamiento puede suponer un problema adicional para que ellos puedan abandonar el avión en caso de accidente.

A su juicio, las medidas de seguridad deben tener como objetivo impedir que secuestradores potenciales suban al avión, y no cómo impedir su acceso a la cabina del aparato. Aislar a los pilotos, opinan, significa admitir que los secuestradores han logrado acceder al avión, dicen.

Por su parte, Iberia manifestó ayer que 'se reforzarán' las cabinas de todos los aviones 'para impedir que un intruso pueda entrar sin el permiso expreso de la tripulación', si bien la principal compañía aérea española rehusó hablar de 'blindaje en sentido estricto', informa Vicente G. Olaya. Se comenzará por los aviones que vuelen habitualmente a EE UU.

Iberia recordó ayer que la Federal Aviation Administration (FAA) de EE UU dio un plazo de tres meses para que todos los aviones que vuelen a este país tengan las puertas de sus cabinas reforzadas. 'Pero no explicaron en qué debía consistir el reforzamiento, por lo que las grandes compañías estamos trabajando de forma conjunta para tomar una serie de medidas similares'. Iberia recuerda que son los fabricantes de aviones, y no tanto las compañías aéreas, los que tienen que decidir las características técnicas del reforzamiento.