El español en Guinea
Creo que hay que matizar el parecer de Camilo José Cela sobre el retroceso del español en Guinea Ecuatorial. En realidad, no ha disminuido el número de hablantes. Lo que ha menguado es la calidad del idioma. Ha menguado por razones que atañen a la historia contemporánea de Guinea; por el aislamiento y la desaparición, en los años aciagos de Macías, de toda una generación de maestros. Y el caso es que esa mengua no se debe al aumento de otras lenguas. En los asuntos lingüísticos no existe un juego de suma cero. A pesar de que el francés es tan oficial como el español, ni el público ni las autoridades suelen conocerlo ni hablarlo con corrección. El pidgin english sigue presente en la isla de Bioko, pero su empleo se circunscribe a los bubis autóctonos. El bubi retrocede a pasos agigantados y el fang -y no lo dicen solamente los viejos puristas- es cada vez de peor calidad.
Es muy probable, como sostiene el filólogo Julián Bibang, que el mal aprendizaje de las lenguas africanas se relacione con las dificultades para manejar adecuadamente el español (o el francés o el inglés). Lo que predomina en Guinea es un tipo de hablante capaz de manejarse en tres o cuatro lenguas, pero incapaz de hablar o escribir ninguna bien.Y ello afecta al rendimiento escolar y al futuro de Guinea como nación moderna.
Para mejorar esta situación nos toca a los españoles y a los guineanos una gran responsabilidad. El español es un rasgo destacado de la unidad nacional y de la identidad de Guinea Ecuatorial. Fomente el Gobierno de Guinea, juntamente con el idioma español, laenseñanza de las lenguas africanas desde la escuela primaria. Tomemos los españoles en serio la enseñanza del español en Guinea. Abandonemos las viejas y confusas políticas de cooperación, las que mezclaban cacaos y pepinillos con sanidad y educación, centrándolas ahora en la defensa y promoción de la lengua y la cultura que compartimos españoles y guineanos.
No sigamos confundiendo, ¡por Dios!, la cultura española con actividades de animación para niños y adolescentes.
Yo estoy seguro de que, en ese esfuerzo, los españoles encontraremos atención y simpatía por parte de los guineanos.
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