El Ejecutivo asturiano denuncia que la empresa que ha comprado Viesgo tiene capital público

Oviedo / Madrid El Ejecutivo de Asturias acusó ayer al Gobierno del PP de discriminar a Cantábrico frente a la italiana Enel en la venta de Viesgo por parte de Endesa. Enel tiene una participación mayoritaria de capital estatal. El Gobierno asturiano resaltó el agravio que supone la venta de Viesgo a un grupo extranjero mientras los accionistas de referencia de Cantábrico -el español Ferroatlántica, en alianza con la alemana EnBW, a su vez participada por la francesa EDF, y la portuguesa EDP- no pueden ejercer los derechos políticos de sus acciones por decisión del Gobierno por ser extranjeros.

El Gobierno socialista de Asturias exige que el Gobierno de José María Aznar se pronuncie sobre la venta de Viesgo al grupo italiano. Endesa ha vendido Viesgo por 357.230 millones de pesetas (2.147 millones de euros).

El consejero de Industria del Principado, Jesús Urrutia, afirmó ayer que el Ejecutivo asturiano 'no entiende cómo es posible que se haya mantenido a Cantábrico con una suspensión de los derechos, aduciendo que hay participación pública en EDP y EnBW, y ahora una compañía italiana, con un 67% de capital público, adquiere Viesgo'.

En cambio, el consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, aseguró ayer que, en su opinión, 'no habrá ningún problema' para que el Gobierno autorice la venta de Viesgo a Enel, pese a que la mayoría del capital de la eléctrica italiana es público. Miranda reveló que Endesa no ha recibido garantías del Ministerio de Economía y que su confianza se basa en la interpretación de la norma. Según Miranda, Enel cumple las dos condiciones exigidas por el Gobierno: la existencia de un proceso de liberalización en el mercado en el que actúa la compañía afectada (Italia) y la reciprocidad en la apertura.

Sobre la oferta de Hidrocantábrico, Miranda dijo que la eléctrica asturiana no asumió todas las condiciones contractuales planteadas y que su precio 'no era ni el segundo mejor'.

Hidroeléctrica del Cantábrico, cuarto operador español, con una cuota del 5% del sector, aspiraba a comprar Viesgo, que representa el 3% del mercado, para consolidar su posición y crecer en un territorio que considera su área de expansión natural. Además de en Asturias, Viesgo opera en Cantabria, Castilla y León (norte de Palencia) y Galicia (Lugo).

La sección sindical en Viesgo de UGT, sindicato mayoritario en el grupo Endesa, manifestó su confianza en que la venta de la compañía eléctrica con sede en Cantabria a Enel implique 'un aumento de la plantilla y una mejora de la atención a los usuarios'. Para UGT, estos aspectos se han visto debilitados en los últimos años desde que el Grupo Endesa se hizo con la propiedad de la antigua Electra de Viesgo.