El 'fallo' en la elección de Zamácola

Iñaki Azkuna reconoció ayer que el Ayuntamiento que preside tuvo 'algún fallo' al permitir la construcción del centro para drogodependientes de Cáritas en la calle Zamácola, junto al muelle de Urazurrutia, que fue clausurado por las protestas vecinales, 'ya que no se puede abrir un centro en contra de los vecinos'.

El primer edil aseguró que si las partes no llegan a una solución en la reunión que mantendrán en septiembre, el Ayuntamiento se encargará de encontrarla 'en otro sitio'. Despues de ensalzar la labor llevada a cabo por Cáritas en el citado centro, Azkuna, quien ayer inauguró una nueva zona ajardinada en dicha calle, señaló que no estaba dispuesto 'a entrar en el centro con barricadas y policías' y recordó lo difícil que resulta 'abrir centros de este tipo, no sólo en Bilbao, sino en las ciudades modernas'.

El centro, que contaba con 30 plazas y en el que trabajaban siete profesionales, asistía a los drogodependientes en horario de noche. Abrió sus puertas a principios de julio, pero sólo pudo mantenerse en funcionamiento tres semanas ante la actitud de cientos de vecinos, que impidieron la entrada al mismo de los profesionales y cortaron el tráfico de la calle Zamácola en varias ocasiones.

Ante la creciente tensión que se había generado en el barrio, el Ayuntamiento decidió clausurar el centro el 20 de julio. Desde entonces, Cáritas Diocesana, la corporación y las asociaciones vecinales han intentado, sin éxito, llegar a un acuerdo para reabrirlo.