Bienestar Social detecta 'graves problemas' en un centro de ancianos de Forcall

Dos autobuses enviados por la Dirección General de Servicios Sociales de la Consejería de Bienestar Social llegaron ayer a las puertas de la residencia para la tercera edad de Forcall con la intención de trasladar a los 34 internos a otros centros de la Generalitat tras comprobar el pasado día 6 deficiencias en la atención a los mayores. Pero sólo uno de los usuarios optó por trasladarse, al centro de Morella.

La residencia de la tercera edad de Forcall estaba, hasta ayer, en manos de una UTE (Unión Temporal de Empresas) formada por ISEG y Termas de Fuencaliente. Desde 1998, a través de concurso, era la responsable directa de la atención a los internos por delegación del Ayuntamiento local. Los problemas se han ido sucediendo. El propio consistorio denunció ante la Consejería de Bienestar Social las irregularidades detectadas en la alimentación, la higiene de las dependencias y los atrasos en el cobro de los salarios de los trabajadores. También estos últimos hicieron el correspondiente llamamiento a Bienestar Social.

La Dirección General de Servicios Sociales envió el pasado día 6 a un inspector. En el acta posterior a su examen constan, según la propia consejería, 'graves problemas'. A la vista de ello, dictó como medida cautelar el traslado voluntario de los internos que quisieran a cualquier otro centro hasta que se resolvieran, por parte del Ayuntamiento, las deficiencias.

Manuel Monfort, alcalde de Forcall, en la comarca de Els Ports (Castellón), declaró ayer que 'el consistorio se ha hecho cargo de la gestión de la residencia, asumiendo la misma dirección y plantilla que hasta ahora trabajaban'. Según Monfort, el problema ha estado en la irresponsabilidad de una empresa que no ha suministrado alimentos ni productos de limpieza y a cuyos trabajadores se les adeudan tres mensualidades. Monfort reconoció que 'los menús no eran los que debían ser porque la comida estaba contada y la empresa no enviaba más'. El alcalde explicó que alimentos como galletas o tostadas eran muy escasos, de la misma forma que donde figuraba un plato de ternera se servía en realidad pollo. 'Es cierto que no hay ya ni un solo producto de limpieza, por la misma razón, porque no lo suministraba quien estaba encargada de hacerlo', agregó.

De momento, los internos, a excepción de uno, se han negado a abandonar la residencia. En presencia de sus familiares firmaron ayer un documento, según informó el alcalde de Forcall, por el que voluntariamente decidían quedarse. El consistorio ha solicitado a la consejería que en 48 horas, es decir, a partir de mañana, la inspección vuelva a revisar las instalaciones y el servicio para que se levante la medida cautelar cuanto antes.