Cuatro accidentes en un mes

La explosión de pólvora de ayer en Benidoleig es el cuarto suceso de este tipo, producido en la Comunidad Valenciana este verano a causa de la manipulación de pólvora. Con anterioridad, 27 personas resultaron heridas el 27 de julio en las fiestas de Moros y Cristianos de La Vila Joiosa (Marina Alta) en una explosión de pólvora que se inició en una de las cartucheras de los festeros y se extendió a otros barrilillos.

Asimismo, el 16 de julio en otras ocho personas sufrieron heridas en un camping de Oliva a causa de la explosión de una carcasa que cayó entre el público durante un espectáculo de fuegos artificiales. Sin embargo, el accidente de Benidoleig es el primero mortal desde el pasado 15 de marzo un accidente en una empresa pirotécnica de Bétera causara la muerte a un trabajador de 37 años.

Los accidentes pirotécnicos son casi una constante cada año en la Comunidad. El gran número de pirotécnias que hay en el territorio y el indisoluble binomio entre fiestas y pólvora convierten estos incidentes en comunes.

58 muertos desde 1990

Desde 199, al menos 58 personas han perdido la vida en España como consecuencia de accidentes causados por el manejo y lanzamiento de material pirotécnico. Siniestros que, en su mayoría, han tenido lugar en localidades de la Comunidad, donde en ese tiempo estallaron nueve fábricas. Asimismo, en los últimos once años han fallecido en España tres niños, uno de ellos de seis meses, alcanzado en Vitoria por un cohete de feria;otro , de 13 años, muerto en el estadio de Sarría cuando presenciaba un partido de fútbol entre el Español y el Cádiz.

Y el tercero, muerto en Níjar (Almería) el 26 de mayo del pasado año cuando su propio padre lanzó un cohete que desencadenó la tragedia. En cualquier caso, el grueso de los fallecidos por este tipo de accidentes en los últimos once años son trabajadores y propietarios de fábricas de material pirotécnico, 23 de las cuales han sufridos accidentes con repercusiones mortales desde 1990.

Uno de los accidentes pirotécnico más graves en España ocurrió el 19 de agosto de 1989 (año en el que murieron un total de 18 personas por este mismo motivo) cuando perdieron la vida diez personas, entre ellas dos niñas de corta edad al estallar un coche cargado de cohetería en el aparcamiento del hipermercado Pryca, de San Juan (Alicante). Por otra parte, el 28 de marzo de 1992, cinco personas murieron al estallar material pirotécnico que unos trabajadores cargaban en un camión en una empresa pirotécnica de Turis (Valencia).