La polémica condonación de la deuda de los países pobres

El fondo para la salud se destinará básicamente a los mismos países que están en la iniciativa del Banco Mundial (BM) para la condonación de la deuda. A finales de 2000, 23 países de los 41 de la lista de los más pobres y endeudados accedieron al programa de recorte del débito, meta que se había fijado el G-7 en su cumbre de Colonia. El G-7 propuso entonces condonar en torno a unos 27.000 millones de dólares de deuda de un total de 170.000 millones de estos Estados.

Para los grupos antiglobalización, la iniciativa aún está lejos de mejorar la situación de los países pobres, puesto que éstos siguen pagando más de lo que pueden a pesar de la condonación. Los requisitos para conseguir una reducción de la deuda son demasiado complejos y difíciles de cumplir, según ellos, para el escaso beneficio que reciben los países que logran llegar a la meta: la condonación. El BM se ha defendido de estas acusaciones recordando que antes de condonar una deuda se debe estar seguro de que ese dinero se destinará a aliviar la pobreza, y que en algunos casos, como el de Chad, no ha sido así, sino que ha servido para comprar armas. El tema es uno de los más controvertidos y sobre el que más hincapié hacen los movimientos de protesta que acompañan a las cumbres del G-7, el Fondo Monetario Internacional y el BM desde que las manifestaciones se iniciaron con motivo de la última cumbre de la OMC, en Seattle (1998).