Ojalá que llueva café en el campo

No sé como empezar esta denuncia pública sobre las consecuencias que nos está trayendo a los vecinos de la Alcoraya el vertedero de basuras y escombros, y la planta de tratamiento de aguas residuales de toda Alicante capital, que actual e ilegalmente funciona al descubierto a ocho kilómetros de la ciudad. También en las condiciones que se encuentra la vía, por los daños que ocasionan los cientos de camiones que circulan por allí las 24 horas del día. Supongo que la alcaldesa de la Alcoraya habrá tomado medidas en el asunto, pero el olor a basura, lodo y demás aromas atrayentes han conseguido que las moscas y otros insectos invadan en gran masa nuestras viviendas.

Quizá al denominarse partida de Alicante quiera esto decir que debemos olvidarnos del frescor de vivir lejos del mogollón y la ruidosa ciudad, a cambio de reconocer los grandes olores de sus habitantes. Señores responsables, les invito a pasar una tarde de campo en mi casa, os ofrezco un té, algunas galletas, unas vistas paranormales, insecticida y una máscara de oxígeno con el logotipo de la Comunidad de Vecinos de la Alcoraya y, si se animan, del Rebolledo. Además de una carretilla repleta de moscas, como ofrenda a las puertas del Ayuntamiento de Alicante. O quizá os parezca mejor la idea de proponer para las próximas Hogueras de San Juan un monumento que expresa la realidad de la administración pública o por lo menos, un monumento al lado del horrible monumento a los soldados, que actualmente yase en la plaza de la Puerta del Mar, de nuestro turístico puerto.-