El ciclismo italiano se parará contra el dopaje

El ciclismo italiano se parará en un desesperado intento de encontrar una salida a la tormenta del dopaje en que se ha visto súbitamente inmerso después de que la intervención policial en el Giro pusiera al descubierto la extensión casi generalizada del problema. Así lo decidió ayer una cumbre conjunta en el CONI (Comité Olímpico Italiano), en Roma, de los poderes deportivos y del ciclismo italianos y en la que los corredores estuvieron representados por Marco Pantani, Mario Cipollini, Stefano Zanini y el ganador del Giro, Gilberto Simoni. Felice Gimondi representó a los equipos.

La federación ciclista decidirá hoy las fechas y la duración del paro. Se duda entre efectuarlo inmediatamente o esperar al 1 de julio, fecha en que se celebra el campeonato nacional. Será un periodo de tiempo no decidido tampoco -puede ser un día, puede ser un mes-, una tregua de reflexión, en el que una comisión, aún no elegida, elaborará un código ético antidopaje que figurará en el contrato de los corredores. 'Hay momentos en la vida en los que es necesario enviar una señal para demostrar que el mundo del deporte se une para erradicar este fenómeno', dijo Gianni Petrucci, presidente del CONI.

También ayer la fiscalía de Florencia, que centraliza la intervención judicial, informó de que 86 personas del Giro, unas 60 ciclistas, serán investigadas al haber sido halladas en la redada de San Remo en posesión de sustancias presuntamente dopantes. Sólo dos de los 20 equipos participantes están limpios de sospecha y uno no es italiano. La indagación se halla aún en una fase preliminar y muchos de los investigados lo son sencillamente por estar en posesión de sustancias sin identificación y que deben ser analizadas. Otras de las encontradas, como cafeína, en grandes cantidades, o algunos corticoides, son un asunto debatible: el reglamento antidopaje del COI permite su uso con ciertos límites cuantitativos o de aplicación, pero la ley penal antidopaje italiana las prohíbe taxativamente.

Entre los investigados, según fuentes próximas a la fiscalía, no se encontrarían ni Pantani ni Cipollini ni Simoni, pero sí Dario Frigo, el corredor expulsado del Giro por su equipo, el Fassa Bortolo, cuando ocupaba la segunda posición.