Amor y odio en la ópera

La soprano Ainhoa Arteta dijo ayer que se está planteando no volver a escenificar la ópera de Giuseppe Verdi La Traviata cuyo papel de Violetta Valery ha interpretado más de un centenar de ocasiones, si bien precisó que siempre se promete a sí misma que es la última vez que lo hace.Durante la presentación de la producción de esta ópera que ofrecerá el Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera (Cádiz), los próximos jueves y sábado, la soprano declaró: 'No lo sé, pero quizás sea esta la última vez que haga La Traviata escenificada. De aquí me voy al Metropolitan (Nueva York); sigo haciendo traviatas, pero todavía no tengo todas conmigo de que vaya a volver a coger el papel, ya lo veremos'. La soprano dijo tener 'una especie de relación de amor odio' con el papel de Violetta: 'Lo odio cuando me tengo que enfrentar con él y lo amo profundamente cuando lo estoy haciendo en el escenario porque es una experiencia intensa, visceral y es jugosísimo. Lo que pasa, es que tiene una parte muy ingrata que es tremendamente difícil vocalmente y esa especie de lucha entre lo bonito que es el papel y lo duro que es para hacerlo es la dificultad que nos asusta más'. También se refirió a su reciente maternidad. 'Ha habido un cambio bastante simbólico, significativo en mí como persona y creo que también esto ha influido mucho en mi interpretación como Violetta porque su experiencia como madre ha aportado matices nuevos al papel', explicó.La soprano estará acompañada en el papel de Alfredo Germont del tenor Luis Dámaso, con quien Arteta debutó en Madrid interpretando en el Teatro de la Zarzuela La canción del olvido. El papel del padre de Alfredo lo hará el barítono Carlos Bergasa. La dirección musical es del artista mexicano, que se presenta en España, Enrique Patrón de Rueda, con la Orquesta Filarmónica de Transilvania y el coro del Teatro Villamarta. La dirección escénica es de Francisco López, director del teatro jerezano, que cierra con este espectáculo su temporada lírica.exto.