El Gobierno archiva el expediente sobre la alianza BBVA-Telefónica

El Servicio de Defensa de la Competencia informó ayer a Telefónica y al BBVA de que ha sobreseído el expediente abierto sobre la alianza de 14 puntos que ambas compañías suscribieron en febrero de 2000. El servicio del Ministerio de Economía concluye que 'el escaso grado de concreción de los proyectos identificados en la alianza' impide determinar si la alianza perjudica a la competencia. Aun así, adelantó que analizará uno por uno los proyectos que vayan desarrollando en Internet, telefonía móvil y comercio electrónico.

El Servicio de la Competencia, dependiente del Ministerio de Economía, confirmó ayer la evidencia: que la alianza suscrita el 11 de febrero por Telefónica y el BBVA, accionista de referencia de la operadora, se ha desarrollado muy poco pese a la pompa con la que se anunció y los 14 ambiciosos proyectos que contemplaba en el ámbito de telefonía móvil, Internet, comercio electrónico y medios de pago.

El Servicio informó a las partes de que ha decidido sobreseer el expediente abierto para determinar si el acuerdo perjudica a la competencia porque 'tras la investigación realizada, se ha concluido que el escaso grado de concreción de los proyectos identificados en la alianza impide un juicio a priori a la luz de la normativa de competencia'.

La nota difundida por Economía afirma que 'sólo el progresivo desarrollo de los términos de la alianza mediante su materialización en acuerdos concretos permitirá un análisis riguroso' de su alcance y de los efectos sobre los mercados afectados. Destaca que de los 14 puntos que contempla la alianza, el Servicio sólo ha tenido ocasión de pronunciarse en un caso: la creación de Movilpago, que desarrolla un sistema de pagos a través del móvil. En la actualidad, tramita el expediente sobre la cooperación de Terra y BBVA en Uno-e.

El BBVA y Telefónica dejaron pasar ayer las consideraciones del Servicio sobre la marcha de los acuerdos y se limitaron a manifestar su satisfacción porque la decisión del Servicio deja claro que 'el acuerdo marco no viola las normas sobre la competencia'. Ambas partes señalaron que la alianza avanza a buen ritmo en áreas como comercio electrónico entre empresas o Hispasat.

La alianza con el BBVA, accionista de referencia de Telefónica, fue utilizada por Juan Villalonga, anterior presidente de la operadora (1996-agosto de 2000) como tabla de salvación ante el deterioro de sus relaciones con el Gobierno que le designó para el cargo. El Ministerio de Economía anunció inmediatamente la apertura de un expediente para determinar las repercusiones de la alianza sobre la competencia y el copresidente del BBVA, Francisco González, se vio obligado a acudir a La Moncloa para explicar al presidente Aznar su proyecto de colaboración con Telefónica.

Muchos de los proyectos no han sido desarrollados, en parte debido a las dudas que se han despertado en torno a las nuevas tecnologías de Internet y la telefonía móvil y también al cambio en la presidencia de Telefónica, ocupada ahora por César Alierta,que obligó a una revisión.

Un pacto en construcción

Entre los puntos que no se han cumplido está el relacionado con el intercambio accionarial por el que Telefónica tomaría un 3% del BBVA (tiene algo más del 1%) y el banco un 10% de la operadora (alcanza alrededor del 7%). El BBVA tampoco participa en los consorcios formados por Telefónica para explotar la telefonía móvil de tercera generación (UMTS) en Europa y esperará a entrar en la matriz, Telefónica Móviles. Otro de los puntos se refería a la gestión de los activos inmobiliarios de la operadora en cooperación con Metrovacesa, controlada por el BBVA.

El resto de los puntos de la alianza apenas si se han estudiado y se refieren a la creación de un fondo de inversiones en nuevas tecnologías, desarrollo conjunto de servicios de Internet a través del móvil, venta de móviles en la red del banco, expansión conjunta en América Latina o participación del BBVA en proyectos de Media.