Expulsados a Senegal 60 inmigrantes del barco 'Ashva'

La dramática singladura de los 111 subsaharianos que el pasado 11 de abril alcanzaron el puerto de Santa Cruz de Tenerife a bordo del buque negrero Ashva conmovió a la opinión pública. Pero aquel movimiento de solidaridad ha servido de poco. Un mes después, 60 de aquellos inmigrantes han sido repatriados a Senegal.

El Ashva amarró en Tenerife con su carga humana al borde de la inanición. 'Unos días más, y hubieran muerto de hambre', declaró entonces el portavoz de la Autoridad Portuaria. Para colmo, tenía una vía de agua que amenazaba con hundirlo. 'Jamás había visto un buque en esas condiciones', dijo el capitán marítimo de la zona. El viaje había durado 15 días, durante los cuales la nave, que había zarpado de Dakar, recorrió 1.650 kilómetros.

El pasado jueves despegó del aeropuerto de Las Palmas un avión de la compañía Naisa, que suele cubrir los desplazamientos entre las Canarias, rumbo a Senegal. A bordo viajaban 12 de los inmigrantes del Ashva, escoltados por agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación. Otros cuatro vuelos salieron sucesivamente el sábado, el domingo, el lunes y ayer mismo. En total, 60 inmigrantes han sido repatriados. El coste de la operación ha ascendido a 7.284.445 pesetas, según un portavoz de la línea aérea.

Aunque en un principio se negaron a revelar su nacionalidad para evitar ser devueltos, los extranjeros repatriados fueron identificados como senegaleses tras una serie de interrogatorios realizados con la ayuda de intérpretes de Gambia, Mauritania, Sierra Leona y, por supuesto, Senegal. Estos últimos pudieron entenderse con los inmigrantes en wolof, que es el dialecto de su país.

Negociación urgente

A pesar de que el Gobierno español no ha conseguido suscribir ningún tipo de acuerdo migratorio con el de Senegal, las expulsiones de irregulares hacia este país son relativamente frecuentes. En este caso, han sido consecuencia de una negociación diplomática urgente realizada por el Ministerio del Interior.

Armando Quintana, portavoz de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Canarias, ONG generalmente crítica con las repatriaciones de indocumentados, declaró ayer que le 'tranquiliza' la forma en que han sido llevadas a cabo estas expulsiones: 'Conocemos a los intérpretes que han intervenido en la identificación de los inmigrantes, y estamos convencidos de su solvencia. Sabemos que han descartado completamente que procedan de un país en conflicto [lo que les permitiría pedir asilo político]. En cuanto a los vuelos a Dakar, creemos que han sido realizados respetando los derechos de los afectados'.

El resto de los inmigrantes que llegaron a bordo del Ashva continúan en Las Palmas. Según fuentes de la Delegación del Gobierno en las islas, no están previstas más repatriaciones en los próximos días.