El Gobierno argentino fuerza una negociación en Aerolíneas y suspende los despidos anunciados

La ministra de Trabajo de Argentina, Patricia Bullrich, obligó ayer a la dirección de Aerolíneas Argentina, controlada en un 85% por la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI), y a los sindicatos de la compañía a abrir un proceso de negociación que ponga fin al conflicto desatado tras el anuncio de despidos en la empresa.

La ministra dictó la conciliación obligatoria de las partes y concedió un plazo de 10 días para alcanzar un acuerdo. Mientras tanto, quedan en suspenso los nuevos despidos anunciados en Aerolíneas, según fuentes ministeriales. La intervención del Gobierno debería llevar aparejada la reanudación de los vuelos afectados por la huelga convocada por la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), que ayer cumplió su noveno día.

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El conflicto de Aerolíneas Argentinas se había endurecido en las últimas horas con el envío de 200 nuevas cartas de despido, que se añaden a las 224 de la semana pasada y a los 50 contratos que vencieron el martes y que no han sido renovados. Los cerca de 500 despedidos pertenecen a la APTA, cuyo secretario general, Ricardo Cirielli, reclamó la intervención del Gobierno para "evitar el vaciamiento de las empresas" que fueron privatizadas.

Los líderes de las principales centrales de trabajadores de Argentina tienen previsto viajar hoy a Madrid para entrevistarse con las autoridades españolas.

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