Una catedral hinchable

Madrid tiene dos catedrales desde ayer: una fija, la Almudena, y una hinchable, de nombre Levity. La segunda se ha instalado en la plaza de Felipe II, a cuenta de las fiestas del Dos de Mayo. Es una pieza gigantesca, pero ligera a la vista de su volumen. Ocupa 800 metros cuadrados, pesa 1,2 toneladas y está construida con 6.000 piezas individuales de colores y con tres kilómetros de juntas. Sin embargo, los operarios sólo necesitan 15 minutos para llenarla de aire y menos energía que la que consumirían dos teteras eléctricas en ese tiempo, según su creador, el británico Alan Parkinson.

Esta atípica catedral es la estrella del espectáculo Los arquitectos del aire, recién llegado del Reino Unido y que se quedará en la capital hasta el 2 de mayo (abierto de las 12.00 a las 15.00 y de las 17.00 a las 20.00). Pese a su impresionante exterior, los dueños de la escultura gigantesca dicen que el interior es aún más impactante: '¡Caminen por túneles de 2,3 metros de altura, tiéndanse en cápsulas de puro color, paseen entre columnatas que recuerdan a las mezquitas y maravíllense con la cúpulas que dominan el conjunto, en las que la luz natural crea unos colores suaves y difusos que quedan colgando en el aire!', relatan.

Las formas raras de esta catedral futurista tienen su correspondencia interior. 'Cuando el visitante se desplaza por los túneles, los laberintos y las cúpulas experimenta la sensación de pasearse por el corazón de los colores, que, al mezclarse, transforman su rostro y sus ropas', subrayan los organizadores. Este monumento portátil es accesible para niños, adultos, gente en sillas de ruedas e incluso personas con problemas visuales, que pueden explorar la catedral a su ritmo. 'Unos pasean, otros se sientan de vez en cuando a admirar el colorido y hay quienes se tumban para sumergirse en una apacible atmósfera de colores radiantes y música', describen los guías.