Culto a Sant Jordi

Tras la agitada jornada del domingo, con las entradas mora y cristiana, ayer lunes, festividad de Sant Jordi, supuso una pequeña tregua en el calendario de las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy. La ciudad vivió un día de culto a su patrón, previo a la batalla de arcabucería en la que se quemarán hoy cerca de 1.500 kilos de pólvora.

La temperatura que ayer registró la ciudad -el termómetros alcanzó los 24 grados- facilitó la participación de los alcoyanos en la procesión de la Reliquia, por la mañana, y la procesión General de la tarde. En ellas se estrenó como Sant Jordiet el niño Francisco García, que es quien encarna este año al pequeño guerrero que fue decisivo en la victoria de los cristianos sobre los moros en Alcoy ocho siglos atrás.

Entre los actos religiosos de ayer, el más multitudinario fue la celebración de la solemne misa en honor al patrón en la Iglesia de Santa María, oficiada por el anterior obispo auxiliar de Valencia Rafael Sanus.

Hoy la ciudad se prepara para rememorar la batalla. Los cerca de 1.500 festers quemarán con sus arcabuces más de 4.000 kilos de pólvora para hacerse simbólicamente con el control de la ciudad. La contienda comienza en el castillo de madera donde, a las diez de la mañana, tiene lugar la Embajada Cristiana. Así comienza el enfrentamiento entre el capitán cristiano y el representante moro para hacerse con las llaves de la ciudad. Es un acto en clave teatral que protagonizan los embajadores Paco Marín y Salomón San Juan desde hace 28 y 15 años, respectivamente. La Asociación de San Jorge ha buscado sustitutos mediante la convocatoria de unas pruebas. Los elegidos fueron Sergio Sempere y Rubén Mullor.