El jefe del Ejecutivo ve a Zapatero 'ausente y desgastado'

La intervención de José María Aznar ayer en un lujoso hotel de Bilbao ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP, la cúpula del partido, duró 30 minutos. Apenas la mitad los destinó a abordar distintas situaciones de Euskadi. El resto fueron de promoción de la labor interna, particularmente en el campo de las pensiones, y de ataque a la oposición, 'ausente y desgastada' que está efectuando el PSOE que dirige ahora José Luis Rodríguez Zapatero. Una oposición que catalogó como 'no estable sino inestable, no coherente sino incoherente, a veces ausente e incapaz para opinar y con la que es difícil llegar a acuerdos'.

Aznar precisó, en esa línea, que este último trimestre no ha supuesto ningún desgaste para el Gobierno 'sino para la oposición'. El secretario general del PP, Javier Arenas, apuntilló en su informe en esa misma línea que tras el enero negro pasado por el Tireless, el síndrome de los Balcanes o las vacas locas, el PSOE había tocado fondo y el Gobierno había resurgido a flote.

'Mantiene la iniciativa'

Aznar relató así las alabanzas de los más importantes proyectos que ha presentado el Ejecutivo en el último año en todos los campos (pensiones, Plan Hidrológico Nacional, inmigración) para intentar demostrar que, como a él le gusta, 'el Gobierno mantiene la iniciativa'. Anunció nuevas e importantes reformas, sobre todo educativas, para las próximas semanas.

Aznar quiso destacar que nadie en España ha hecho más cosas y con más diálogo que su Gobierno y aprovechó para explicar cómo entiende él ese concepto. No como algo 'estético, sino natural', pero tampoco como un campo a las concesiones sin ton ni son. Ni a los nacionalistas, ni al PSOE, ni a los sindicatos como UGT que se niegan a firmar la nueva reforma laboral: 'Que lo expliquen los que se han quedado fuera, pero lo tienen difícil, porque las luchas concertadas entre partidos y sindicatos pertenecen al pasado'.