Folgado pronostica riesgos para la economía si los salarios se incrementan más de un 3%

La economía atraviesa una situación 'no satisfactoria' consecuencia del alto nivel de inflación que registra España, un 4% al cierre del año pasado. A reducir un índice de precios al consumo (IPC) desbocado 'tienen que colaborar necesariamente los salarios', según el secretario de Estado de Economía, José Folgado. El secretario de Estado esbozó un escenario 'relativamente delicado' de la economía española, que no permitirá cerrar el año con crecimientos del 3,6%, sino muy poco superiores al 3%.

El incremento de los sueldos y, sobre todo, la inclusión de cláusulas de revisión salarial (mecanismo que garantiza que los trabajadores no pierden poder adquisitivo como consecuencia de la subida de los precios) están provocando unas subidas 'poco compatibles con los objetivos de crecimiento y de empleo' del Gobierno, en opinión de Folgado.

El secretario de Estado ofreció su propio rasero para determinar si las subidas salariales ponen en peligro la estabilidad económica: todo incremento por encima del 3%, incluida la cláusula de revisión, 'nos coloca en la línea roja'. Hasta ayer, el Gobierno siempre había pedido que los incrementos salariales no rebasasen el objetivo oficial de inflación, el 2%, por lo que la nueva recomendación de Folgado supone, en la práctica, una ampliación de este margen.

El año pasado, la subida media fue del 3%, pero se elevó hasta el 3,6% con la cláusula de revisión. 'Los convenios colectivos no se pueden realizar en función de circunstancias coyunturales', aseguró Folgado aludiendo con estas circunstancias al desbordamiento de la inflación.

Asimismo apuntó directamente a los empresarios al asegurar que 'se equivocan' si creen que el aceptar estas subidas les va a evitar conflictos laborales. El responsable de Economía realizó estas declaraciones en una jornada sobre negociación colectiva organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección.

Folgado adoptó un discurso de confrontación con los sindicatos tan sólo tres días después de que el Ministerio de Trabajo alcanzara con CC OO un acuerdo sobre pensiones que incluye gran parte de las demandas sindicales. Al igual que ocurrió en el transcurso de las negociaciones sobre el mercado de trabajo, que se saldaron con una reforma laboral del Ejecutivo el pasado 2 de marzo, el departamento de Economía aporta al debate los argumentos que, según el ministerio, permiten mantener los objetivos de déficit cero y estabilidad económica del país.

Por ahora, el Gobierno está descontento con la trayectoria que han seguido los convenios colectivos nuevos firmados desde principio de año. La media de los incrementos salariales de estos convenios está por encima del 4% (concretamente, en el 4,32% según datos del Banco de España). 'En el medio plazo, esto lleva al hundimiento de las empresas. Luego se hará por la vía [de reducción] de empleo, porque no hay otra alternativa', apuntó José Folgado. No obstante, el propio Banco de España reconoce en su informe de febrero, que contiene estos datos, que los convenios de este año todavía no son suficientemente representativos.

La negociación colectiva será el próximo aspecto laboral que el Gobierno regulará si sindicatos y patronal no alcanzan un acuerdo, según anunció recientemente el ministro de Economía, Rodrigo Rato. Las palabras de ayer de Folgado remitían continuamente a esta modificación, aunque no quiso precisar fechas: 'Esperemos que se haga en los próximos meses'. De no ser así, garantizó que el Gobierno intervendrá.

Negociación ingobernable

Los sindicatos no tardaron en dar respuesta a la visión de Folgado sobre la negociación colectiva, conscientes de que las posibles modificaciones que pueda introducir en Gobierno en este asunto estarán inspiradas en sus palabras. El secretario de Acción Sindical de CC OO, Fernando Puig, esgrimió los riesgos de imponer cambios sin el beneplácito de los agentes sociales: 'Cambiar la negociación colectiva desde una perspectiva sin acuerdo la haría ingobernable. Sólo será posible si empresarios y sindicatos conseguimos ponernos de acuerdo'. Josefa Solá, de UGT, sentenció: 'Si el Gobierno toca la negociación colectiva tan alegremente como la reforma laboral habrá una respuesta contundente y la paz laboral se acaba'.