Funeral masivo en Santa Maria del Mar por el 'mosso' asesinado

La basílica de Santa Maria del Mar de Barcelona acogió ayer un funeral masivo, al que asistieron unas 1.500 personas, por el mosso d'esquadra Santos Santamaría, fallecido el pasado sábado en la localidad gerundense de Roses al explotar un coche bomba colocado por ETA. La familia del agente -que aparece en el centro de la fotografía al entrar en el templo- había pedido a las autoridades que el entierro se celebrase en la más estricta intimidad, como así ocurrió, y que días después se realizase un funeral público. Uno de los momentos más emotivos del acto se produjo cuando Jordi Pujol entregó al padre del agente fallecido la medalla de oro con distintivo rojo al mérito policial a título póstumo, concedida por la Generalitat. Entonces las personas que abarrotaban la iglesia rompieron en un fuerte y prolongado aplauso. Los compañeros del policía fallecido acudieron masivamente al entierro y ocuparon la mitad de la basílica. Entre los asistentes, al margen del Gobierno catalán en pleno, figuraban representantes de todas las administraciones catalanas y dos ministros. En su homilia, el cardenal Ricard Maria Carles apeló a los 'sentimientos humanos, si los conservan' de los terroristas y les pidió que 'no perpetúen la violencia mortal'.