Una decisión sin precedentes

Nunca hasta la fecha se había negado a la oposición el derecho a explicar el sentido de su voto en una sesión de las Cortes. Marcela Miró, presidenta de la institución, defendió la excepción a partir de sus negociaciones previas por separado con los portavoces de los tres grupos parlamentarios. Pero tal vez se excedió en su celo en favor de la posición del grupo mayoritario a tenor de los posteriores comentarios de la oposición.

'Se han utilizado los votos como antes se utilizaban las balas en la nuca', clamó el socialista Andrés Perelló. 'Se ha fusilado a la Síndic adjunta sin consentirle la mínima defensa', añadió. Perelló identificó el caso con los juicios sumarísimos en los tribunales de posguerra, con una pequeña diferencia: 'Aquello era militar, pero esto es peor, porque está disfrazado de civil'. Y retó a los miembros del PP a expresar sus diferencias con los máximos responsables de su grupo parlamentario.

Ramón Cardona, de Esquerra Unida, denunció la flagrante violación del reglamento en el curso de la sesión, recordó que su grupo ni siquiera participó en la votación, y lamentó la 'farsa': 'Es torpe porque, además, la condena no tiene ningún efecto práctico'.