Las obras generan 20.000 toneladas de tierra y cascotes cada día

Encontrar un lugar para verter las 20.000 toneladas de escombros que cada día se producen se ha convertido en un calvario para las empresas del sector. Algunos de estos transportistas tienen que realizar largos recorridos para arrojar el escombro en el único vertedero público que existe (Las Cumbres), junto a la carretera de Valencia.

Los ayuntamientos, que, según la Ley de Residuos 10/98, deben reservar suelo para que las constructoras que trabajan en su término municipal puedan deshacerse de los escombros que se generan en las obras, apenas cuentan con zonas destinadas al vertido. Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente explicaron ayer que 'si no fuera por el Ayuntamiento de Madrid, que mantiene abiertos dos vertederos [Las Cumbres y el privado de La Fortuna, próximos a la carretera de Valencia], la situación sería simplemente caótica'.

Los transportistas, sin embargo, se quejan de la actitud 'cínica' que mantienen algunos ayuntamientos que cobran la tasas por la ocupación de la vía con el contenedor de escombros, (hasta 2.000 pesetas diarias), además de la licencia de obra, pero no ponen a su disposición los lugares apropiados para verter los cascotes. Esta situación provoca que acudan a los escasos vertederos públicos, que les cobran 600 pesetas por camión, aunque estén lejos de las obras, o tener que ir a los privados, que llegan a cobrar hasta 2.000 pesetas por descarga, según fuentes del sector.

Medio Ambiente mantiene contactos con los municipios de Navalcarnero, Valdemorillo y Villanueva de la Cañada para que abran sus vertederos municipales al resto de ayuntamientos. 'Cuentan con instalaciones propias y adecuadas para el vertido y parecen estar dispuestos, por la buena voluntad de sus alcaldes, a hacer el favor a aquellos municipios que tanto se quejan', explicaron fuentes de la consejería.