RWE, la primera eléctrica alemana, declara su interés por Cantábrico

La primera eléctrica alemana, RWE, ha dado el paso y ha tomado posiciones en la batalla por Hidrocantábrico, la más pequeña de las eléctricas españolas. La compañía alemana confirmó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que estudia adquirir una participación en el capital social de la empresa asturiana que preside Óscar Fanjul.

'RWE está realizando en la actualidad un análisis previo para una eventual toma de participación. En el supuesto de que, en virtud del referido análisis, RWE decidiese tomar una participación accionarial, dicha decisión será comunicada con carácter inmediato a la CNMV', afirmó la compañía.

La confirmación de su interés por la empresa española indica que la batalla por el control de Hidrocantábrico está a punto de llegar a su momento álgido. Hasta el momento, y tras la enconada pugna por la sociedad que se registró en la primavera del pasado año, han vuelto a la carga el grupo Ferratlántica, del empresario Juan Miguel Villar Mir, y su aliado estratégico, el grupo también alemán EnBW, participado a su vez por la francesa EdF. La oferta de compra de Ferroatlántica, de 19 euros por acción de Hidrocantábrico, ha sido rotundamente rechazada por los accionistas principales de la compañía -con Cajastur y la belga Electrabel a la cabeza-, así como por el consejo de administración, en el que se sienta también como accionista destacada la compañía estadounidense Texas Utilities (TXU). Ayer, Electrabel aclaró que no ha alcanzado ningún acuerdo con Cajastur para lanzar una contraopa.

Por otra parte, el Estado de California, forzado por la amenaza de más cortes de luz, no tuvo ayer más remedio que comprar electricidad a una empresa canadiense para evitar nuevos apagones, mientras aumentó su presión para conseguir el respaldo económico de la recién estrenada administración de George W. Bush, que ha dejado la crisis energética en manos de los políticos californianos.