Dos personas sufren graves quemaduras al beber por error líquido abrasivo en un bar

Lucas D. B., de 55 años, sufrió ayer graves quemaduras en la boca y el esófago al ingerir lo que pensó que era un chato de vino blanco en el bar Tíbet, en el número 7 de la calle Manuela Malasaña. La camarera del local, Paloma G., de 34 años, sufrió asimismo quemaduras en la boca y en la lengua tras probar a su vez el contenido de la botella de la que había servido la consumición al cliente y que contenía un líquido abrasivo que, según las primeras investigaciones, podría ser lavavajillas industrial.Los hechos se produjeron el pasado lunes al mediodía. Lucas, que reside a 100 metros del bar, es cliente habitual del Tíbet. El día de Navidad se acercó al local y pidió a Paloma, la camarera, un vino blanco, que se bebió de un trago.

El hombre comenzó a sentirse mal de inmediato: quemazón en la boca y en el esófago, y un fuerte dolor en el estómago. Alarmado, Lucas increpó a la camarera. Ésta, para comprobar qué sucedía, probó el contenido de la botella de la que le había servido. La mujer, que no llegó a tragar el líquido, sólo se quemó la boca.

Un cliente del local avisó entonces al Samur-092, que encontró a Lucas D. B. en el suelo y a Paloma G. retorciéndose de dolor. Una ambulancia trasladó a Lucas hasta la clínica de la Concepción, donde quedó ingresado en la unidad de vigilancia intensiva, según fuentes hospitalarias. Paloma G. fue trasladada al hospital Ramón y Cajal.

El Samur-092 también recogió la botella. Después de que los médicos de urgencia de la clínica de la Concepción comprobaran su contenido, enviaron el recipiente al Instituto Nacional de Toxicología. Fuentes de la investigación indicaron que podría tratarse de lavavajillas industrial. Los familiares de Lucas D. B. han presentado una denuncia contra el bar por una presunta negligencia con resultado de envenenamiento. La Concejalía de Salud del Ayuntamiento ha abierto una investigación.