Estrella

Fugaz y errante. Mejor errabunda. Las estrellas de la constelación Michelin se alojan en los restaurantes de forma caprichosa, según el viento que las oriente en su caída hacia la Tierra. Y ese viento, en lo que afecta a la Comunidad, parece estar guiado por los hados antes que por el criterio. A veces se alojan con acierto, como la que se ubicará el año próximo en el restaurante Ca Sento de Valencia, pero otras se han desperdigado.Asombra la falta de criterio que muestran año tras año los expertos de la famosa guía gastronómica, que ignoran lo que es de todos conocido y aceptado, y los mejores restaurantes de nuestra tierra se ven injustamente olvidados. Que un establecimiento como El Poblet, de Dénia, no haya sido considerado para la guía de 2001, sólo demuestra que quienes se ocupan de tal menester no lo han visitado, o si es así, que los criterios aplicados difieren sustancialmente de los que utilizan para otras ocasiones. Tanto la calidad del producto, como la confección de los platos en El Poblet, dista mucho de la mayor parte de sus competidores en la zona, y se sitúa en la medida de los mejores "una estrella" de la publicación.

Y mal que nos sepa, es preciso hacer la crítica de tal actitud, ya que el universo de los viajeros y los comensales sigue iluminándose con las estrellas y los soles de las llamadas guías culinarias, y la inclusión o no en ellas determina de forma notable la evolución y el futuro de nuestros restaurantes.-