Torrelodones acoge una muestra de retratos de Daniel Vázquez Díaz

La Casa de Cultura de Torrelodones (Madrid) abre sus puertas hasta el próximo 15 de enero a una colección de 70 retratos del gran maestro contemporáneo Daniel Vázquez Díaz (Nerva, 1882- Madrid, 1969). La exposición, titulada Hombres de mi tiempo, destaca la faceta como retratista de influyentes personajes de la época que fueron inmortalizados por su trazo sintético y preciso.

El espectador se encuentra con Picasso, María Guerrero, Mariano Benlliure, Joaquín Ruiz Jiménez, Ramón Gómez de la Serna y Antonio Bienvenida, entre otros. A su lado aparecen algunos rostros anónimos, como Campesina, el Retrato de un ciego, Hombre de Badajoz y Un marino de la Rábida.La simplicidad de líneas de sus dibujos a lápiz, carboncillo y sanguina en ningún momento borran la personalidad del retratado, sino que la realzan. Él mismo reconoció su fascinación por estas figuras y declaró: "No escatimé nunca mi devoción por los grandes hombres de mi tiempo y esto hizo que me acercara a ellos con la humildad de contemplar y el espíritu analítico del artista".

Rafael Botí, hijo de uno de sus discípulos y propietario de esta colección de retratos, considera que deben existir unos 300 dibujos de cabezas del maestro, aproximadamente un tercio de su producción artística. Botí conoció al artista de niño. "Con cinco años mi padre pintaba con don Daniel y yo jugaba por allí y lo pasaba de maravilla", dice. Por este motivo le conoció perfectamente y subraya que era una excelente persona que se volcaba con sus discípulos. "Les dejaba que cada uno trabajara a su aire y en todas las exposiciones allí estaba él, apoyándoles". La adoración que siempre sintió por el maestro hace que Botí adquiera ahora toda la obra que puede del artista para difundir su forma de pintar.

Existen dos etapas en los dibujos de Vázquez Díaz. La primera, más academicista y cuidada, y la segunda, de corte más cubista. Estos últimos dibujos son los que hizo al volver de París y se refieren a políticos de la segunda generación de la monarquía restaurada en 1876 y a los intelectuales de la generación de 1914, sgún manifiesta Javier Tusell, autor del prólogo de la muestra. Dentro de los retratos cubistas se encuentran Carmen Ruiz Moragas, Manuel Bartolomé Cossío, Juan de la Cierva y el Conde de Romanones.

El pintor llegó en 1905 a París, ciudad que marcó un estilo que perfeccionaría en Italia o Alemania, aunque renunció a su propia personalidad artística. Fue en 1934 cuando logró la medalla en la Exposición Nacional y su consagración oficial se produjo en años posteriores. Entró en la Academia en 1968 y falleció un año después.