La larga noche de las televisiones

Tan enrevesada era la redacción de los jueces del Supremo y tan escondidas estaban sus conclusiones que los medios de comunicación se vieron obligados a retransmitir en directo una crónica de incertidumbre que parecía interminable. Durante un tiempo eterno, los corresponsales a la puerta del Supremo creían entender que el caso era devuelto al Supremo de Florida y adelantaban una victoria parcial para Al Gore.La verdad estaba en la letra pequeña, y eso hacía que presentadores y periodistas se desmintieran constantemente según avanzaban en la lectura del escrito. "Cuanto más lo miro, más me parece que Gore lo tiene complicado", decía en la CNN un perplejo Jeff Greenfield.

Todas las grandes cadenas de televisión mantenían abierta la cámara que enfocaba a las escaleras del Supremo. La gélida temperatura de Washington obligaba a los periodistas a intentar pasar las páginas con manoplas, lo que otorgaba al espectáculo un aspecto de disparate.

En los estudios, los presentadores reconocían abiertamente su incapacidad para entender el sentido del texto judicial. Petter Jennings, en la ABC, tranquilizó a sus periodistas: "Que nadie sienta bochorno por tratar de descifrar una sentencia del Supremo sobre la marcha". En medio del caos mediático, Jennings le dijo a la periodista Jackie Judd: "Jackie, empieza tú". Y respondió: "Casi mejor que empiece mi compañero Jeffrey Toobin", que estaba a su lado. Y Toobin replica: "Tenía la esperanza de que fueras tú quien empezara". Al final le pidieron a Jennings un par de minutos para buscar la noticia en las 65 páginas redactadas por los jueces.

Los periodistas no se ponían de acuerdo sobre si el voto era 7 contra 2 o 5 contra 4: los dos resultados eran ciertos, pero en aspectos distintos de la sentencia. Algunos buscaban ingenuamente un índice o unas conclusiones. Dan Rather, en la CBS, reconocía: "Nos va a hacer falta un regimiento de abogados para traducir esta cosa".

Desde las 22.00 a las 22.30, la NBC tuvo en pantalla el titular "El Supremo devuelve el caso a Florida". Después lo cambió por el correcto: "El Supremo prohíbe un nuevo recuento manual en Florida". La imagen más estrafalaria de la noche fue, con diferencia, la del corresponsal de la CNN en la Casa Blanca, John King, que leyó la reacción de Gore en la minúscula pantalla de su mensáfono, pegándose el aparato a los ojos.