Los partidos excluidos del pacto contra ETA renuncian a crear un frente común

Parte de las fuerzas políticas excluidas del pacto antiterrorista entre el PP y el PSOE se reunieron ayer por primera vez, y previsiblemente por última, para mostrar su rechazo "al método" seguido por esos dos partidos pero reconocieron, por separado, que la diferencia de los puntos de vista de cómo abordar ahora la situación y la heterogeneidad de esas formaciones les impide formar un bloque compacto. El argumento formal para no actuar de manera conjunta es que no quieren hacer un "frente" que es, precisamente, lo que critican a los dos grandes partidos.

El preámbulo es "un todo"

Las siete formaciones que se reunieron ayer resaltaron su rechazo absoluto a la violencia terrorista. Convergència i Unió no participó de la protesta, a pesar de compartirla, en tanto que el Partido Andalucista, Coalición Canaria, Partido Andalucista y Unidad Alavesa mostraron su disposición a firmar el pacto suscrito por el PP y el PSOE.Izquierda Unida lideró esta aparición conjunta en la que participaron el Partido Nacionalista Vasco, Bloque Nacionalista Galego, Eusko Alkartasuna, Iniciativa per Catalunya, Esquerra Republicana de Catalunya, y Chunta Aragonesista. El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, hizo de portavoz tras una reunión en la que los siete partidos participantes decidieron expresar su protesta y, a continuación, seguir cada uno su camino en cuanto a las acciones a seguir en relación con el pacto. "No hacemos declaraciones conjuntas porque caeríamos en la dialéctica de unos contra otros; tampoco queremos presentar un documento alternativo al que han hecho PP y PSOE", explicó Llamazares. "No queremos hacer una instancia estable en la que esté la hormiga frente al elefante", apostilló. Los reunidos consideraron que populares y socialistas han cometido "un grave error, se han equivocado en el método y en el resultado". Llamazares adelantó que todos y cada uno de ellos están dispuestos a impulsar "un diálogo sin cortapisas, plural y con vocación unitaria".

El margen para cambiar el documento parece muy reducido si se atienden las palabras del secretario general del PP, Javier Arenas. "El documento no puede entenderse por partes y troceado y el preámbulo no es disociable, es un todo", señaló en referencia a la polémica desatada por el contenido del prólogo, que exige al PNV que defienda sus ideas pero siempre en el marco constitucional y estatutario y fuera de Lizarra.Los asistentes a la reunión reconocieron, por separado, que les había unido la coincidencia en el deseo de recalcar "el rechazo a ETA" y la crítica "al método excluyente". A partir de ahí, hay diferentes puntos de vista sobre las vías a seguir. ERC, por ejemplo, está a favor de intentar, con las diferencias oportunas, la creación de una mesa de todas las fuerzas políticas en tanto que EA y PNV están en contra de la "reedición del Pacto de Madrid". El PNV, según asistentes a la reunión, en voz de Iñaki Anasagasti, precisó que nada tenía que ver el Pacto de Madrid, impulsado en sede parlamentaria, con el suscrito anteayer en La Moncloa. Anasagasti, tras el acto de los excluidos, lamentó ese acuerdo bilateral "que rompe muchas cosas, entre ellas el consenso constitucional del que los firmantes tanto hablan".