El Gobierno destina 15.000 millones a su plan para revitalizar las nueve zonas más desfavorecidas

El Gobierno pondrá en marcha el próximo año una suerte de plan Urban vasco, destinado a la revitalización de las nueve comarcas más desfavorecidas de la comunidad autónoma. La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, precisó ayer en una rueda de prensa el contenido y las cifras de un plan que el Ejecutivo anunció tras su reunión del pasado martes, pero que entonces se negó a explicar. La dotación "inicial" del programa ascenderá a 15.000 millones de pesetas (90,15 millones de euros), que se repartirán entre un número determinado de municipios y serán ayudas a fondo perdido que pueden llegar hasta el 75% de la inversión. Los ayuntamientos interesados deberán presentar sus proyectos antes del 28 de febrero.

Será el próximo julio cuando el Gobierno elija a los beneficiarios de las subvenciones de este plan, muy similar al programa Urban de la Unión Europea, destinado a la regeneración de ciudades en crisis y del que Barakaldo ha sido la única población vasca beneficiada hasta ahora. La localidad vizcaína ha recibido 1.800 millones en el periodo 1994-1999, que le han permitido acometer importantes mejoras urbanísticas en el municipio. El pasado mes resultó elegido el proyecto de Pasaia para la nueva convocatoria de ayudas hasta 2006, lo que le permitirá disponer de 2.000 millones.Zenarruzabeitia destacó tanto la "clave europea" del plan, "porque se traslada a escala vasca la política europea", como que es uno de los siete compromisos adquiridos por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, en el pleno de política general de septiembre.

El Urban vasco también tiene una vigencia larga, hasta 2005, y se destina a las nueve comarcas consideradas como áreas desfavorecidas. Para beneficiarse, los ayuntamientos deben presentar un programa de revitalización urbana cuya inversión total, incluyendo aportaciones públicas y privadas, debe suponer al menos 480 millones de pesetas. El Gobierno sólo aprobará un programa por municipio, aunque en las localidades con más de 50.000 habitantes se permite la existencia de dos proyectos, siempre que sean zonas o barrios diferentes.

Las ayudas alcanzan el 75% de la inversión, aunque el plan también prevé un máximo de un 50% de subvención para un programa procedente de una comarca no calificada como desfavorecida. El Gobierno ha establecido una serie de limitaciones para distribuir el dinero: la subvención por programa no podrá superar los 1.500 millones y se excluirá a quien haya optado en este periodo al programa europeo Urban.

La vicelehendakari indicó que en enero próximo se abrirá el plazo de presentación de proyectos, que se prolongará dos meses, y la elección de los municipios beneficiarios se hará en julio. Matizó que las iniciativas no tienen que circunscribirse a una localidad. "Hay municipios que por sí solos no pueden presentar un proyecto de 480 millones, pero pueden unirse con otros, lo que además es lógico porque la revitalización no empieza ni termina en una localidad. Si se unen varios municipios, eso se valorará muy positivamente, porque será un indicativo de solidaridad", apuntó.

Los 15.000 millones previstos se incluyen como fondos extraordinarios del plan Euskadi 2000-Tres, dotado con 120.000 millones y que es el instrumento adoptado por el Gobierno para actuaciones que se salen de un presupuesto ordinario.

Las actuaciones de revitalización que se subvencionarán son la recuperación y mejora de espacios degradados, la promoción de iniciativas de empleo ligadas a nuevas actividades, actuaciones de discriminación positiva de colectivos amenazados de exclusión social, mejora de la accesibilidad, reducción del impacto ambiental de las actividades urbanas, introducción de las tecnologías de la información y la asistencia técnica para un mejor desarrollo de los proyectos.

El Ejecutivo, que creará una mesa para elegir los programas beneficiados, valorará la ubicación del municipio en el mapa de zonas desfavorecidas, la calidad del proyecto, la intensidad de los problemas urbanos, la participación en la elaboración del programa y su carácter innovador.