El presidente de Filipinas, dispuesto a declarar sobre las acusaciones de corrupción

El presidente de Filipinas, Joseph Estrada, aseguró ayer que está dispuesto a declarar en el proceso de destitución que se lleva a cabo contra él en el Parlamento filipino y calificó de "montaje" las acusaciones de corrupción que se le imputan."Nunca he aceptado dinero. La acusación es sólo un montaje para desacreditarme", señaló en su primera aparición después de que el pasado lunes la Cámara de Representantes decidiera iniciar el proceso de destitución. Estrada es el primer líder de Asia que se ve sometido a un proceso semejante.

El mandatario, no obstante, reconoció que a pesar de su disposición a declarar todavía no había consultado con sus abogados. Las leyes filipinas estipulan que el presidente puede optar por acudir en persona al Parlamento o enviar a sus abogados. Estrada está acusado de aceptar un millón de dólares procedentes del juego ilegal.

Mientras, el ministro de Defensa, Orlando Mercado, advirtió ayer al Ejército en un acto con los cadetes de la Escuela Militar de que se mantenga alejado de la política y no tome partido en el caso Estrada. Los cadetes de esta escuela militar destacaron a finales de los años ochenta por su participación en las intentonas golpistas contra la entonces presidenta Corazón Aquino.