"La crisis es permanente y debe de ser muy sana, porque el teatro sigue"

Juan José Granda (Alicante, 1946) dirige la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, pero hace 25 años estuvo tras la creación del Festival Internacional de Teatro de Vitoria, como miembro de la cooperativa Denok.Pregunta. ¿Qué papel jugó Denok en la creación del Festival Internacional de Teatro?

Respuesta. En 1975, Félix González Petite y Jesús López Quintana, que estaban en el grupo La Farándula, José Manuel Pérez Aguilar y yo nos fuimos viendo en distintos festivales. Entonces se empezó a fraguar la idea de crear en Vitoria un centro de producción que aunase todas las facetas teatrales. Y así, en 1976 surgió la primera edición del festival y un par de años después se fundó la cooperativa Denok, que aglutinaba a 16 personas y respondía a aquel gran proyecto teatral para el País Vasco del que el festival formaba parte.

P. ¿Cómo era el panorama teatral entonces?

R. Era un poco provinciano. Toda España era provinciana. Había una gran ilusión por acabar con la dictadura. Y esta circunstancia llegó justo cuando estábamos preparando el festival, lo que nos supuso además una oportunidad para demostrar lo que queríamos hacer.

P. Pero el festival se ha mantenido, frente a muchos otros eventos que nacieron entonces y han desaparecido.

R. Por supuesto, no sólo había una intencionalidad política, sino que, sobre todo, se quería crear un foro artístico con proyección internacional en que participase lo más interesante del panorama teatral.

P. ¿Cómo reaccionó la ciudadanía?

R. En principio, los más entregados éramos una especie de bichos raros. Todos los que nos reunimos en Vitoria teníamos en el festival el punto de proyección. Y sí tuvimos conflictos con alguna obra, como La torna, de Els Joglars. También se debatió mucho La clase, de Tadeus Kantor. Pero yo sólo me acuerdo ya de lo agradable, que fue la vitalidad que se vivía en Vitoria aquellos años.

P. En sus primeros años, el festival prestó especial atención al teatro independiente. ¿Es una orientación necesaria para un evento de este tipo?

R. No. Por ejemplo, el de Vitoria se ha convertido en un festival de otoño, de muestra de lo que se hace a lo largo de la temporada.

P. Temporada tras temporada, la frase más empleada es que el teatro está en crisis.

R. El teatro tiene una maldición que es al mismo tiempo su esplendor: es un acto en vivo, irrepetible. A lo que hay se pueden sumar las nuevas expresiones y técnicas artísticas que van surgiendo. En cuanto a su crisis, el teatro lo está desde que nació; ya lo decían los dramaturgos griegos. Los que trabajan en el teatro siempre han tenido que acudir a otras fuentes de ingresos (ahora es la televisión y el cine) para sobrevivir. Esta crisis es permanente, y debe de ser muy sana, porque el teatro sigue.