Plan hidrológico

Vaya desde aquí mi solidaridad con todos aquellos que se oponen al descerebrado plan hidrológico. Cuando los recursos son cada vez más escasos, nuestros gestores únicamente ven la huida hacia adelante. Las implicaciones territoriales de tal decisión no han sido suficientemente evaluadas, ni a nivel de organización territorial ni, lo que es bastante grave, a nivel geomorfológico.Este plan únicamente parece premiar los usos extensivos del territorio. ¿Acaso es justo sustraer el agua de una cuenca para llenar las decenas de miles de piscinas de los modelos de ocupación extensiva del Levante español? ¿Cuándo se va a poner coto a este desmadre?

Una de la visiones más sorprendentes desde, por ejemplo, la cumbre del Montgó, en Alicante, es la disposición sobre el terreno de cientos y cientos de rectángulos azules de agua dulce implantados en un territorio donde el agua es escasa.

¿Cuáles son entonces las reglas del juego? Una vez más, la usurpación de los recursos de la cuenca del Ebro y del Alto Aragón. De nuevo, la anegación de territorios de alto valor ambiental en las cuencas de los ríos Aragón, Gállego, Cinca, Esera, Nogueras (Yesa, Jánovas, etcétera). Todo con el fin de mantener aquellos intereses basados en usos irreconciliables con las capacidades de los biosistemas del Levante mediterráneo..