Rusia y Bielorrusia ponen las cosas en su sitio

Las dos grandes favoritas, Rusia y Bielorrusia, fueron imparables en la jornada decisiva. Por las esquinas de las gradas, o ni siquiera en ellas, las españolas miraban un concurso, el de equipos, que se les había ido de las manos por un nudo y dos caídas de mazas. Viendo la final de ayer se confirmó que España debía haber aspirado a medalla, pero falló en el sitio y en el momento menos oportunos. Para las rusas no hubo ni nudos. Ganaron el oro a igualdad de puntuación con Bielorrusia (39,500) por tener parciales más altos. Lo merecían. Baste un detalle. En todos los equipos, la sexta gimnasta, la que no actúa (sólo lo hacen cinco), coloca antes de los ejercicios en los laterales aparatos para reponer en caso de caída o pérdida, pues penaliza menos que ir a buscarlo fuera. El único conjunto que no lo hace es Rusia. No se puede permitir el error y si lo hay está controlado.Hoy, en la final individual, la española Almudena Cid intentará subir un puesto del noveno logrado en la calificación, con lo que se llevaría el diploma olímpico, uno más de los muchos que España ha ganado en lugar de medallas.