Francia regresa a una final olímpica 52 años después

El rival de Estados Unidos en la final que disputará mañana (4.30 hora española) será Francia, que ayer barrió a los anfitriones, Australia, por un contundente 76-52. Los franceses tomaron ventaja muy pronto y apenas dejaron moverse a los dos jugadores de los que depende la producción ofensiva de los autralianos, Gaze y Heal. Rigaudeau, Sciarra y la tripleta interior formada por Weis, Julian y Palmer no dejaron ni respirar a la selección australiana.Los estereotipos que ha dejado el baloncesto francés no hacían presumir a casi nadie un resultado tan excepcional en Sydney, entre otras cosas porque Francia ha estado alejada de la élite mundial durante mucho tiempo. Sólo pudo participar en una de las últimas nueve ediciones de los Juegos Olímpicos y tampoco ha estado en los tres últimos Mundiales. La última vez que Francia brilló fue nada menos que hace 52 años en los Juegos Olímpicos de Londres cuando disputó la final contra Estados Unidos y perdió por 65-21.

Pero la federación francesa pasa por ser una de las que mejor están trabajando en su estructura de base en los últimos años hasta el punto de que ha confiado en un entrenador, Jean Pierre De Vincenzi, estudioso y forjado en el trabajo metódico y alejado de los puestos estelares de los equipos de primera fila. De Vincenzi, en poco tiempo, ha logrado formar un bloque muy solvente y que ya el año pasado acabó cuarto en el Europeo. Francia se enfrentó ya a Estados Unidos la pasada semana en la primera fase del torneo y perdió por 12 puntos (106-94).