Los protestantes, "doloridos" por la doctrina Ratzinger sobre las iglesias

Roma está dinamitando los empeños ecuménicos iniciados por Juan XXIII en el Concilio Vaticano II. Ésta es la conclusión que las iglesias protestantes obtienen del documento en que el cardenal Joseph Ratzinger, el todopoderoso prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (antigua Inquisición), acaba de proclamar que la católica es la única religión verdadera y niega el carácter de iglesia a las otras confesiones cristianas."La Iglesia cristiana protestante se siente parte de la única Iglesia que Cristo fundó; ninguna iglesia o institución cristiana es propietaria ni mediadora de esa obra salvífica", afirma el portavoz de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), Pedro Tarquis.

El documento doctrinal del cardenal Ratzinger, titulado Dominus Iesus, retoma la línea dura del catolicismo romano, modelo Pío IX, antiprotestante y contrario al ecumenismo, dice Tarquis. Juan Pablo II rebajó el pasado domingo ese tono excluyente afirmando que "la verdad se propone, no se impone", en su discurso a los 10.000 profesores y científicos reunidos en la plaza de San Pedro. El mismo día, el popular cardenal arzobispo de Milán, Carlo María Martini, terció en el debate afirmando que la salvación también se puede encontrar fuera de la Iglesia católica.