"Es más fácil criticar al PP que reñir a los alumnos"

Una decada como muñidor de los dineros en la Generalitat deben pasar factura. No a Miguel Mazón, que a sus 49 años, y después de su militancia comunista, una década en la secretaría general de la Consejería de Economía de Hacienda y cuatro como concejal socialista en el Ayuntamiento de Valencia, se resiste a dejar su gran pasión: la política. Ahora, como representante del PSPV en el Consejo de Administración de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV), sigue en la brecha. Pregunta. A la vista de su curriculo, la cuestión es obligada. ¿Es usted un animal político?

Respuesta. No. Soy de una generación muy ideologizada, con unas ideas que pervivirán mientras haya justicia y para bien o para mal, estoy en política y no pienso dejarla. Lo cual no quiere decir que aspire a tener cargos. Yo estoy aquí para servir y no para servirme.

P. Otros podrían pensar que usted es el clásico político que, una vez perdido el poder, se niega a volver a la sociedad civil.

R. Por mi situación profesional me podría reintegrar perfectamente. Ahora bien, si la organización a la que perteneces considera que puedes desempeñar un papel importante, yo siempre estaré dispuesto.

P. Ama la política y gusta de la práctica del footing. ¿Es usted un corredor de fondo?

R. Procuro serlo. Siempre me gusta inveritir a medio y larzo plazo, no como a los miembros del PP, que son unos especuladores.

P. ¿Donde se dan más puñaladas, en el claustro de profesores del instituto o en el consejo de administración de RTVV?

R. Son dos cosas totamente distintas Cuendo he vuelto al claustro, me he encontrado de todo, profesores quemados y otros con unas ganas enormes de transmitir conocimientos. Este consejo, por otra parte, no funciona de manera democrática.

P. ¿Es más fácil criticar al PP en el consejo que dar una reprimenda a sus alumnos?

R. Mucho más, entre otras cosas porque el PP ni se presta a debatir.

P. Entonces, ¿no va a montar una empresa con ningún representante del PP en el consejo? .

R. Nunca utilizaré los cargos públicos para acceder a la iniciativa privada. Aunque ésta es absolutamente necesaria, debe desligarse de la actividad pública de manera radical, rotunda.