"Los funcionarios no sólo tienen el ánimo de vivir bien"

Jesús Caro (42 años, licenciado en Derecho)ha obtenido plaza en tres oposiciones y, ahora mismo, ejerce de jefe de recursos humanos en la Consejería de Bienestar Social. Su condición de (alto) funcionario no le ha impedido liderar una organización, la Asociación de Técnicos de la Generalitat, que, desvinculada de los sindicatos de clase, vela por los derechos de los trabajadores de la administración.Pregunta. ¿Por qué montar un asociación reivindicativa dada la notable calidad de vida de los funcionarios?

Respuesta. Porque posiblemente, cuando uno llega a la función pública no llega exclusivamente con el ánimo de vivir bien o vivir mejor que los demás, sino con la conciencia de que tiene un servicio público que realizar, llega con esa vocación de servicio que compensa lo magro del sueldo. Esa estabilidad intentaba evitar que los vaivenes políticos afectaran al funcionario, lo que no sucede actualmente.

P. Es decir, su organización, más que mejorar sus condiciones de trabajo, pretende mejorar el funcionamiento de la administración.

R. Por supuesto. Así lo recogen nuestros estatutos, por lo que rechazamos expresamente cuaquier relación con el mal llamado corporativismo o el sindicalismo de clase. Nosotros, desde un punto de vista ideal, pretendemos ser unos sacerdotes de lo público, contrapeso de los intereses partidarios que podrían afectar a la administración.

P. ¿Por qué no se podría canalizar esa inquietud a través de los sindicatos tradicionales?

R. Ellos defienden una multitud de intereses y a multitud de escalas, lo que les invalida para, entre otras cosas, defender los intereses de una parte de los funcionarios con especiales responsabilidades.

P. ¿Con quién está peor la administración, con el PSOE o con el PP?

R. Está igual: sigue una línea de decadencia acelerada.

P. En cualquier caso, ¿No es merecida la fama de poco productivos que acompaña a los funcionarios?

R. Pregunte a sus responsables. Como dijo Napoleón, "no hay malos soldados, hay malos generales"

P. Y la responsabilidad personal de cada trabajador.

R. No se exige porque de pedirla, quedaría en evidente que quienes son realmente los culpables son los que dirigen a los funcionarios.