Malestar entre los diputados de CiU por una proposición no de ley conjunta con BNG y PNV

Las aguas están revueltas en el grupo de Convergència i Unió (CiU) en el Congreso. Diversos diputados de la coalición expresaron ayer su malestar por la presentación de una proposición no de ley en la Cámara baja suscrita por BNG, PNV y CiU. Esos parlamentarios descontentos afirman que no han sido informados por el presidente y portavoz del grupo, Xavier Trias, de esa iniciativa en la que se pide presencia de los gobiernos autónomos en los órganos del Consejo de Ministros de la Unión Europea. Trias afirmó haber dado cumplida cuenta de la proposición.

La situación, sostienen los críticos tanto de CDC como de UDC, no es nueva. El portavoz y presidente del grupo de CiU no les mantiene al corriente de las decisiones que va a tomar e incluso no ha fijado un día de la semana para que se celebre la reunión del colectivo de diputados nacionalistas, aseguran. "Trias actúa como cuando era consejero y cree que nosotros, en vez de parlamentarios, somos sus directores generales", manifestó un diputado nacionalista, quien se quejó de la precipitación -"a veces en cuestión de horas"- con que, en su opinión, se convocan las reuniones.Trias, por su parte, negó a este diario la existencia de descoordinación y aseguró haber informado de sus gestiones a los parlamentarios. "Creo que nuestro grupo está bien cohesionado y, desde luego, quienes debían saberlo estaban al corriente de la presentación de esta proposición no de ley", manifestó el portavoz."Todo el mundo, tanto de Convergència como de Unió conocía desde la pasada semana mis intenciones, incluso informé de ello al presidente de la Generalitat", aseguró el portavoz.

La proposición no de ley que entró en el registro general ayer mismo tiene, además, especial relevancia porque reabre viejas heridas. La iniciativa está suscrita por los nacionalistas gallegos (BNG), vascos (PNV) y catalanes (CiU), una conjunción que siempre ha generado tensiones en el seno de la coalición de CiU, entre los sectores moderados de Convergència y Unió Democràtica, por un lado, y los soberanistas de CDC, representados por la dirección del partido, por otro.

"La proposición no tiene nada de extraño; no haberla suscrito constituiría un hecho muy grave para la Declaración de Barcelona [plataforma integrada por las citadas formaciones nacionalistas]", declaró ayer Trias. Sin embargo, la entrada en el registro de esta proposición choca, a juicio de algunos diputados, con la ponencia conjunta creada el pasado mes de junio en el Parlamento de Cataluña y que contó con el voto favorable de todas las formaciones políticas, excepto el PP, que se abstuvo.

El acuerdo suscrito en la Cámara catalana establece que los trabajos de la ponencia deberán concluir antes de final de año y se plasmarán un un proyecto de ley, que una vez aprobado será remitido al Congreso. "No tiene sentido que mientras el Parlamento de Cataluña trabaja en una propuesta unitaria nosotros nos descolguemos con BNG y PNV con esta proposición", señalaron diputados de CiU.

El PNV se ha quejado en diversas ocasiones por la tibieza con que CiU plasma políticamente la Declaración de Barcelona. Pero no están los tiempos para alegrías. CiU mantiene su mayoría política en el Parlament gracias a los votos del PP, y ello obliga a limar las aristas más nacionalistas del proyecto con vascos y gallegos, que propugnan el reconocimiento de España como Estado plurinacional. El pasado mes de junio, Trias sostuvo que era necesario suavizar la estrategia nacionalista ante la mayoría absoluta de que goza el PP en el Congreso.