Transportes frena el plan del taxi para revisar la retirada de licencias

La Dirección General de Transportes ha paralizado el plan que tenía previsto llevar a cabo para reducir el número de licencias de taxi que operan en el área de Valencia. El plan, incluido en el programa para la ordenación y modernización del servicio del taxi, contemplaba una compensación a los taxistas que renunciaran a su licencia, pagada por la Administración y por los propios taxistas, mediante la imposición de una contribución especial. Una sentencia en Barcelona contra una fórmula similar ha decidido a la consejería a paralizar el proceso para evitar que se produzca la misma situación.

La mesa del taxi deberá estudiar una nueva fórmula para determinar las compensaciones económicas para los titulares de licencias de taxi del área de prestación conjunta de Valencia que renuncien voluntariamente a dicha autorización. La decisión de la Dirección General de Transportes de la Consejería de Obras Públicas de paralizar las medidas establecidas para la reducción de licencias es consecuencia de la experiencia de Barcelona, donde el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha sentenciado contra una contribución especial que gravaba a los titulares de licencias de taxi para amortizar la reducción del número de autorizaciones de la ciudad condal dentro de su plan de viabilidad. La sentencia, aunque no es firme, sienta un precedente.La nueva fórmula deberá sustituir a la que se barajaba hasta el momento, en la que la Administración valenciana aportaría una parte de la compensación a los taxistas que renuncien a su licencia, hasta un límite de 250 millones de pesetas anualmente durante cuatro años. El resto, la misma cantidad, resultaría de la imposición de una contribución especial, sin especificar, y del importe de la tasa por transmisión de autorizaciones. El plan contemplaba la exención de la contribución para los taxistas mayores de 60 años que lo solicitaran, "siempre que cesen en su actividad al cumplir la edad de 65 años". La medida pretendía reducir el número de licencias ante las demandas de los taxistas autónomos de ajustar oferta y demanda y en cifras significaba la reducción, durante los próximos cuatro años, de unas 400 licencias de las 2.868 que están en activo en el área. La mesa del taxi había acordado estas medidas, con la oposición de los empresarios del sector, dentro del programa conjunto para la ordenación y modernización del servicio del taxi en el área de prestación conjunta de Valencia. El plan preveía establecer baremos de priorización "en los que se preferenciarán a los titulares mayores de edad, a los que estén en situaciones de incapacidad laboral y a aquellos que tengan una mayor antiguedad". El programa incluye también diversas medidas para mejorar la calidad de las prestaciones del servicio. La Unión Sindical Obrera (USO) espera que se planteen alternativas viables durante la próxima reunión, en julio, de la mesa del taxi.