El Obispado de Cádiz pide en la clausura de su sínodo más dedicación a los pobres y a los inmigrantes

El obispo de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos, clausuró ayer el noveno sínodo diocesano de la Iglesia Católica gaditana. En la reunión han participado más de 10.000 personas y será recordada por un conjunto de propuestas que, a la espera de que sean ratificadas en las próximas semanas por el Obispado, no han pasado inadvertidas. Una de las medidas más aplaudidas ha sido la decisión de destinar al menos el 10% de todos los ingresos de la Iglesia a los pobres y el 0,7%, a los países del Tercer Mundo. El compromiso con los más necesitados se afianza además, según las asambleas sinodales, con la presencia de Cáritas en todas las parroquias como signo de la dimensión caritativa de la comunidad cristiana. El sínodo dedica algunas propuestas a los inmigrantes indocumentados mediante programas de acogida y atención, entre los que sobresale la creación de un centro para menores inmigrantes en la provincia.

La evangelización de los jóvenes y de personas alejadas de la fe cristiana, la gratuidad de los sacramentos (bodas, comuniones, bautizos, confirmaciones y funerales) y ampliar las celebraciones de las primeras comuniones -tradicionalmente en el mes de mayo- a todos los fines de semana del año son otras propuestas aprobadas.

Oposición de cofradías

Las voces críticas han procedido de las cofradías y hermandades, que han expresado su malestar con la decisión del sínodo de evitar la presencia de la Fuerzas Armadas en las procesiones con la idea de ofrecer una mayor coherencia con el mensaje de paz cristiano. Algunas hermandades se han postulado frontalmente en contra de esta propuesta y han anunciado que no la respetarán.

Con estas y otras propuestas, el Obispado de Cádiz y Ceuta pretende, según informa el sínodo, ofrecer un "rostro" de la Iglesia "más humano, acogedor y samaritano", a la vez que conseguir que la labor de los laicos adquiera una mayor relevancia en el futuro de la diócesis gaditana.